Vegetta es sólo una pequeña ardillita en un mundo de horrendos carnívoros. Al menos, hasta que Foolish llega a su vida.
» Adaptación autorizada @Hobibuba
» Fooligetta; foolish top! vegetta bottom!
» Romance, drama, fluff.
» Omegaverse/híbridos.
Adavertencias: fluff y poco drama. AU de híbridos y omegaverse.
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Foolish estaba mirando a su presa, escondido entre el alto césped del patio escolar. Sus ojos seguían los movimientos del pequeño animalito a metros de él, una bonita ardillita que estaba abrazando un aguacate, tan concentrada en su alimento que no se percató del peligro tan cerca de ella.
La pantera no lo pensó más y se lanzó a atacar a su presa, su cola sacudiéndose en el aire. La ardilla se dio cuenta tarde de lo que estaba ocurriendo, pero ya no tenía escapatoria, así que recurrió a su último y desesperado recurso: hacerse bolita.
Cellbit suspiró al ver la escena ante él. Foolish, en su forma de pantera, tenía a Vegetta entre sus patas delanteras, lamiendo su pelaje. La ardillita parecía algo asustada, sin embargo, abrazaba y seguía comiéndose el aguacate.
―La próxima vez lo matará de un infarto ―dijo Roier, sentado a su lado.
―Foolish es un poco idiota con su cortejo ―aceptó Cellbit, guardando el recipiente donde llevó su comida en el interior de la mochila―. Um, ¿cuándo volveremos a cazar conejos? ―le preguntó con un poco de torpeza.
Roier sonrió con felicidad. De su grupo de amigos, él era el que iba avanzando más lento con Cellbit, y es que el híbrido de perrito todavía no le pedía que fueran novios. Estaba un poco preocupado de no gustarle lo suficiente a Cellbit, sin embargo, sus miedos se esfumaban cuando lo invitaba a citas. ¡Tal vez el mayor quería que se conocieran bien antes de dar el gran paso!
―¿Es una indirecta? ―preguntó, coqueto. Cellbit parecía desconcertado―. ¿Iremos a hacer lo que el sucio conejito Lusu hace con su novio?
Cellbit enrojeció, pero antes de poder decir algo, alguien más habló:
―¡¿Qué estás hablando de mí, Roier?!
Roier saltó de su lugar y la ardillita Vegetta se asustó por el gritó. Un puf resonó y ya no había un animalito, sino un chico de diecisiete años, algo aturdido. Foolish, en su forma de pantera, gruñó, y ahora Luzu saltó con espanto a los brazos de Quackity, que lo agarró para que no se cayera.
Otro puf y Foolish apareció en su forma humana.
―¡Me dejaste la cola pegajosa! ―se quejó Vegetta, acariciando su esponjosa y enorme colita de ardilla.
―¡Roier! ―volvió a gritar Luzu, recuperando la valentía―. ¡¿QUIÉN TE CREES QUE ERES PARA HABLAR ASÍ DE MÍ?!
El híbrido de zorrito se veía desconcertado.
―¡Tu amigo! ―dijo, como si fuera obvio―. Ay, no te hagas el mojigato, Lusu. Todos sabemos que Quackity y tú hacen cosas sucias, ¡ya de inocente no te queda nada!
―¡Eres un estúpido!
―¡Lusu tiene fetiche con lobos! ―se rió Roier, antes de voltearse a Vegetta, que limpiaba su colita―. ¡Lusu y tú están cortados por la misma tijera, mira que interesarse por carnívoros y animales tan grandes!
