★14!¡·°

322 32 57
                                    

















































































“Ya no tengo ideas de que poner aquí

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ya no tengo ideas de que poner aquí.”

































































































































El sudor y el dolor en su pecho incrementaba mientras respiraba, lo hacía con pesadez, con dificultad, como si algo apretara sus pulmones evitando que el oxígeno saliera y entrará a estos.

Tal vez tenía mala suerte, o simplemente el dios al que todos idolatraban en esos pueblos no era el profeta, y era ese chico híbrido con el cual de ahora en adelante lucharía por el amor de su acompañante.
Y ese dios no lo quería. Ni una pizca, ni un poco.

Recogió la cuchara nervioso y se puso a comer su helado mientras veía las mejillas aún rojas de carrera. Se sintió molesto y triste por no ser el el causante de ese sonrojo, de esas posibles mariposas que se acumulaban en el estómago del más bajo.

¿Acaso ya nadie lo querría? ¿Se había ilusionado otra vez? Lo que pasó con Ari lo dejo destrozado, al borde del colapso mental. Por qué el la quería.
La quería mucho pero ella nada más jugó con sus sentimientos.

Y por más enamorado que estuviera, se daría a respetar.

El también sabía que la muchacha no era mala, solo estaba lastimada. Por qué Juan se casó, y no había sido ella su mujer. Pero más le dolió ala chica, ser ella la dama de honor, la que lo maquillo para el día tan especial del que ella pensaba era el amor de su vida.

Podría decirse que imantado había sido rechazado múltiples veces, y la palabra múltiple le queda corta ala realidad. Por qué había sido rechazado demasiadas veces. Tantas que ya perdió la cuenta.

—¿Trabajas en el pollo feliz..?- mientras comía su helado de chocolate, observó y pregunto al de pijama azul.

Carre lo miro, con sus lindos y grandes ojos verdes, con ese brillo un poco más opaco. Y con las ojeras bajo sus ojos un poco más notorias.

—Asi es, trabajo ahí. Es.. curioso y agradable el ambiente.-

Imantado sonrió y asintió. —Me imagino que sí. Se esta haciendo tarde. ¿Quieres que te acompañe a tu casa?.-

;''Hasta Que La Muerte Los Separe"/   Spreen cubito x Carre cubito/Tortillaland2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora