𝖡𝗎𝖽𝖽𝗁𝖺 - 𝖱𝖮𝖱

496 48 1
                                    

Pedido de Joey_Jordinson

Sus pechos estaban aprisionados en el colchón mientras sentía la verga del hombre tocar ese punto

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sus pechos estaban aprisionados en el colchón mientras sentía la verga del hombre tocar ese punto. Babeaba debido al orgasmo y el calor que sentía. Sus gruesas manos sostenían su vientre mientras su trasero recibía toda la atención.

— Ah... — Estaba con la cabeza escondida en las sábanas, pensaba en la vergüenza que pasaba ahora mismo. Había sido ofrecída como tributo al dios, en un intento de tregua entre razas.

— ¿Te gusta? — Pregunto en su oído mientras su pelvis se mordía de manera tortuosa.

Las manos del dios apretaban sus caderas fuertemente mientras su pelvis chocaba fuertemente con su intimidad, que escurría los jugos de la excitacion.

— Por favor... Ah —

— Quieres que vaya más fuerte... ¿Es eso? — Ella no podía hablar, estaba sumida en el placer.

Levantó su rostro de las sábanas y él aprovecho para meter su lengua y besarla de manera obscena mientras seguía con la penetracion.

En un instante paro en seco al mismo tiempo que se separaba de ella, saco su miembro y se sentó en una orilla de la cama, desnudo.

Extrañada por su repentino cambio, lo miro mientras a su vez contemplaba su esbelta figura y la serenidad de su mirada.

— Ven aquí —

Ella se acercó obediente. A gatas se acercó a él sin bajarse de la espléndida cama.

— Mételo en esa boquita tan linda — Farfullo, sabía que se refería al enorme falo que estaba frente a ella, tan erecto.

Junto algunos mechones de su cabello detrás de sus orejas y con lentitud se acercó a él.

Introdujo el miembro de manera lenta mientra enrrollaba su lengua y hacia de vez en cuando succión. Él estaba maravillado, su cabeza estaba hacia atrás mientras su mano empezaba a empujar la cabeza de la fémina para más placer.

Las lágrimas se desbordaban de sus orbes, sentía las venas marcadas en su boca y como la punta tocaba su garganta.

De repente y sin previo aviso, él terminó en su boca.

— No lo sacaré hasta que te lo tragues —

Con dificultad, trago el semen que estaba en su boca, al apartar su boca del miembro, este quedó con un hilo de saliva sujeto a su boca.

— Te vez tan preciosa así — Eso la sonrojo al instante — Ponte de nuevo en cuatro — Ella de nuevo obedeció al instante.

Sintió como dos dedos se introducían en ella, se enroscaban en su interior y la hacían apretar a los mismos.

Empezó con estocadas suaves para pasar a unas fuertes acompañadas de ligeros pellizcos en sí clitoris.

— Tan mojada... — Se reía de manera retorcida y ella solo deseaba más placer.

Eso la llevo a otro orgasmo que la desplomó, literalmente. Sentía salir de su vagina ese líquido mientras intentaba recobrar la respiración.

— Abre esas piernas cariño — Su pecho subía y bajaba, esta vez lo veía de frente de manera lenta abrió sus piernas, el besaba la parte interior de estas con ternura hasta que puso su pene en la entrada. — Espero que es bonito coño sepa apretar bien mi verga...

Beso su cuello mientras se introducía salvajemente en ella, sus caderas subían y bajaban, sus pechos rebotaban con lujuria y sus gemidos salian sin control.

Sus lenguas volvieron a juntarse de manera obscena mientras los gemidos se escuchaban por todo el lugar. Su interior se contrajo por tanta acción, au entrada se volvió más resbalosa cuando la esencia viscosa del hombre se disparo en su interior.

— Mi señor... Ah —

El beso sus labios con ternura pidiendo un poco de silencio mientras acoplaban sus respiraciones.

Meses más tarde, ella se encontraba postrada en la misma cama pero ahora en un contexto diferente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Meses más tarde, ella se encontraba postrada en la misma cama pero ahora en un contexto diferente. Estaba por dar a luz.

Era un dolor insoportable, llevaba más de veinte horas ahí, con el dolor partiéndole la espalda y apretando tanto la mandibula que sentía que se le rompería.

Sus gritos de dolor estaban presentes en la cabeza de Buddha. Se odiaba por permitir que ella pasase por ese dolor, le había tomado cariño, mucho y más aún cuando se entero que lo haría padre.

Pero escucharla ahí, sufriendo por más de diez horas, no podía soportarlo. La labor de parto era algo admirable.

De repente los gritos pararon en seco, eso lo asusto pero un llanto se hizo presente.

Entro sin previo aviso y se encontró con una escena particular, sábanas manchadas de sangre, a su esposa completamente cansada y sudorosa y a una hermosa bebé de piel canela siendo limpiada por las parteras.

La bebé soltaba sonidos particulares, como si tuviera hipo.

— Esta hambrienta — Explicó una de las parteras.

Cuando se la entregaron a su madre lo primero que hizo fue desnudar su pecho para acercar a su bebé,  quien no perdió tiempo y empezó a succionar mientras que con sus ojitos observando a sus progenitores.

— Nuestra hermosa Alisha... — Murmuró en el oido de su esposa — Muchas gracias mi hermosa Latika...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝓒𝓪𝓷𝓭𝔂 𝓜𝓮𝓷  • 𝐀𝐧𝐢𝐦𝐞 𝐌𝐚𝐥𝐞 𝐂𝐡𝐚𝐫𝐚𝐜𝐭𝐞𝐫𝐬 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora