Sostenía amabas manos con su pecho sobre ella, era una sensacion de calor inigualable y lo amaba,el vaivén caliente en su interior la impulsaba a querer más y se obligaba a sí misma a apretar el falo del chico con quien estaba follando.
Yasu si que sabía hacer bien su trabajo, pero lo hacía de manera exquisita y atractiva, incluso con los dedos era un dios, Asuka se retorcía bajo su sombra mientras que sentía derretir su interior. Sus labios se juntaban debes en cuando y el sudor de la frente de Yasu, se limpiaba entre el cuello de Asuka. Ella dejaba pequeños besos marcados en el cuello de él y el dejaba marcas por sus pechos, su vientre y sus piernas.
Aunque no eran nada y se conocían de apenas horas, habían encajado muy bien, sus manos se entrelazadas mientras se movían lento y la habitación se inundaba de ruidos morbosos. Asuka murmuraba su nombre al oído, y el quedaba plasmado, se apretaba en su interior y la sentía desfallecer pero le besaba casi devorando su alma. Lo único que sabía de ella era que era dos cursos menores que él.
Con un ultimo suspiro y un descuidado movimiento terminados tumbados y saciados de placer en esa cama donde durmieron como un par de adolescentes sin problemas.
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Él y ella, poco a poco fueron viéndose nada más que para sexo y hablar un par de cosas sobre intereses comunes.
Aunque él tenía su interés amoroso en otra persona, estaba usando a alguien quien quizá realmente lo amaba.
Paso el tiempo y todo se Apago, ella se fue a Tokio a vivir de manera más realista, olvidar y huir de ese tormentoso pasado.
Él no la siguió.
Estando en Tokio siguió con sus Estudios Superiores, aunque no le gustase mucho lo que estudiaba, mantenimiento de electrónicos.
Tenía ya 22 años, independizada y sola.
Andando por las frías calles, meditaba y susurraba todo lo que tendría que pagar ese mes, estaba realmente agonizando por llegar a dormir.
Al ur tan distraída, choco con una chica un poco mas alta que ella sin embargo muy guapa, una guitarra también cayó al suelo.
- Lo siento tanto, no me he fijado a sido culpa mía - Daba reverencias exageradas asustada y algo avergonzada.
- Tranquila que no ha pasado nada - Levanto la vista, y no le reconoció pero él sí.
- Anda chica no te preocupes, no ha pasado nada ha sido un tropezón - Mencionó la chica con quien había chocado.
Agradeció de corazón y se marcho sin siquiera contemplar la presencia del chico al que le dio su virginidad.
Caminaba más atenta y tranquila, mientras llegaba a su apartamento. - Asuka espera.
Su nombre. Era su nombre. DE UNA VOZ SERIA... ERA SU FIN.
