Capítulo: 4

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Yibo y yo nos quedamos mudos.

Creo que me voy a hacer pipí.

Ambos no sabíamos qué hacer ni qué decir, estábamos tirados en el piso, frente a Zhou Cheng, sin decir palabra alguna. El asiático tomó a la pequeña entre sus brazos y la examinó de arriba a abajo. Una pequeña sonrisa se formó en su rostro al ver que la niña tomó su nariz.

__¿Me quieren explicar qué significa esto?

__Ahhh... bueno... nosotros...__decíamos Yibo y yo sin saber qué responder.

__¿Ustedes?__Zhou Cheng levantó una ceja.

__No es nuestra__fue lo único que se me ocurrió decir.

__Obvio que no es suya, ninguno de los dos puede embarazarse. Ahora respondan, sin mentiras incoherentes, ¿De dónde sacaron a esta niña?

Miré a mi novio en busca de una respuesta, un asentimiento de cabeza por su parte fue suficiente para saber que debía decirle la verdad.

__Siéntate, Zhou Cheng__los tres lo hicimos__Ayer... a la media noche tocaron nuestra puerta y cuando la abrí estaba ella llorando en una canasta.

Mi amigo nos miró extraño, como si todo lo que había dicho fuese un cuento inventado por mi loca cabeza.

__Dije sin mentiras incoherentes.

__¡Es la verdad!__exclamé casi gritando y Zhou Cheng miró a Yibo como si él pudiera decirle la verdad.

__A-Cheng, Zhan no miente__el asiático levantó una ceja sorprendido__Es más, tengo la prueba__salió de la habitación y después de unos segundos volvió con un papel en sus manos__Míralo por ti mismo.

Zhou Cheng tomó el papel y lo leyó entrecerrando sus ojos, aunque por la apariencia de sus ojos rasgados parecía que los estaba cerrando completamente.

__Si no pueden cuidarse a ustedes mismos, peor podrán hacerlo con una bendición__se burló y comenzó a jugar con la niña.

__Lo sabemos muy bien...__Yibo hizo una pausa mientras se lamía los labios de esa manera tan seductora con la que suele hacerlo__por eso queríamos dejarla en adopción.

__¿Qué? Pero, si es una ternura. Mírenla__nos acercó a la bebé.

__¡No puede ser! ¡Otra vez huele a podrido ahí!__grité tapándome la nariz.

__¡Acabamos de cambiarla ayer en la noche y otra vez lo mismo! ¡Ni siquiera ha comido algo y ya se hace popis!

El tono de voz que utilizó Yibo para hablar se escuchó tan duro y severo, que la niña se asustó y comenzó a gimotear.

__No, no, no llores.

Pero fue en vano lo que dije, ya que cuando pronuncié la última palabra ella comenzó a llorar desconsoladamente.

__Vamos de nuevo__Yibo golpeó su cara con su mano.

__Fue tu culpa__dijo Zhou Cheng__Ya pequeña, ya. No le hagas caso a tu papi. No llores nena, no.

__¿Papi?__dijimos Yibo y yo al unísono.

__Son sus padres, no tiene a nadie y ustedes han sido los elegidos.

__Basta de tonterías Zhou Cheng. Nosotros no podemos ser sus padres.

Asentí.

__No pueden abandonarla en un orfanato. Ella no merece esos malos tratos.

__Pero no tenemos dinero para mantenerla__dije mirando cómo la bebé intentaba acomodarse entre los brazos de Zhou Cheng para calmar su llanto.

__Bueno es solo una sugerencia__se levantó de la cama y me la entregó__Ustedes deciden. Ah sí y gracias por la corbata.

DOS TONTOS Y UN BEBE  (Yizhan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora