Capítulo: 9

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__¡Qué incómodo!

Giré mi cabeza y vi a Yibo con la mirada clavada en el asiento de adelante, su respiración comenzaba a hacerse más notoria, sus labios estaban juntos y sus cejas juntas.

Qué dramático.

__Dámela__dije tomando a la niña__No sabes cuidar bebés. Ahora duerme pequeño Yibo.

__¿Y tú?

__También dormiré, ya verás como.

__Oh, está bien. Hasta más luego.

Depositó un beso en mi nariz y se acomodó en el asiento para dormir, yo también lo hice, solo que a diferencia de él, abracé a la niña como si de un peluche se tratara. Al hacerlo, ella despertó soltando algunos quejidos, pero después de musitar varios: "Shhh, Shhh, Shhh" se abrazó a mi cuello y se volvió a dormir. Suspire, gracias al cielo se había dormido, no quería que hiciera un escándalo aquí en el autobús con muchas personas dentro que esperan viajar en paz y sin llantos irritantes como los de esta bebé.

Minutos más tarde, el sueño me venció y quedé profundamente dormido.

Minutos más tarde, el sueño me venció y quedé profundamente dormido

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Mis ojos se abrieron en cuanto sentí una fuerte sacudida.

__¡A DESAYUNAAAAAAAR! __gritó el busero, lo que provocó que la niña despertara.

__¡A comer!__exclamó Yibo.

Me levanté de mi asiento, sintiendo cómo mi trasero se acalambrada con cada paso que daba. Por eso detesto viajar, el maldito trasero te duele como si te lo hubieran aplastado brutalmente, e incluso dejas de sentirlo. A esto definitivamente lo llamaría: lo que callamos los pobres.

__Me duele el trasero__dijo Yibo desde atrás.

__¿Te lo masajeo?

Recibí un golpe como respuesta.

__Tomaré eso como un no.

Bajamos del bus y de inmediato la luz del sol cegó mis ojos, provocando que me cubriera la cara con una mano.

__¡Dios, qué brillante!__exclamé y caminé hacia una pequeña tienda que estaba frente a nosotros.

Al llegar ahí, me senté en una de las mesas y Yibo fue a traer la comida.

La niña comenzó a chuparse el dedo y a babear como si fuera un grifo de agua. Segundos más tarde, mi novio regresó con dos tazas de café y el biberón de la niña.

__Gracias Yibo__le sonreí y acomodé bien a la niña sobre mis piernas para poder beber mi café.

Tomé un pedazo de pan y me lo llevé a la boca para después beber el café hirviendo. Mientras masticaba, tomé el biberón y se lo di a la niña, volví a beber del café mientras sostenía a la bebé con el otro brazo. Con esta misma mano tomé el biberón y lo mantuve en la boca de la niña. Yibo me miró y sonrió levantando una ceja.

DOS TONTOS Y UN BEBE  (Yizhan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora