Capitulo: 26

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La cara de YangLi cambió drásticamente, su llanto había cesado al fin, sin embargo, lucía muy asustada. Yibo soltó un suspiro y cerró los ojos mientras la dejaba en el piso. Inmediatamente, YangLi corrió hacia mí y se abrazó a mi pierna para después llorar suavemente en ella, parecía que tenía miedo de llorar fuerte, por si Yibo le fuese a dar otra nalgada, pero por favor, era una bebé, estaba asustada y era más que obvio que debía llorar. Miré incrédulo a mi novio y lo fulminé con la mirada, todavía no asimilaba lo que había hecho.

—¡¿Qué te ocurre?! —le grité.

—¡¿Qué?! ¡¿Acabas de ver lo que hizo?! ¡Se pasó de malcriada!

—¡Es una bebé! —grité y cargué a YangLi, dejando que llorara en mi hombro—. ¡Ella aún no entiende!

—No Zhan. Una cosa es que llore, y otra es que se porte así, y eso tienes la culpa tú porque siempre le mal enseñas.

—¡Yo no la mal enseño!

—¿Ah sí? ¿Y qué estás haciendo ahora?

—Consolándola por la maldad que le hizo su padre.

—¿Ves como eres? ¡Mientras más atención le das, peor se pone!

—¡Ya cállate! —le grité con rabia y giré su rostro de una bofetada—. ¿Y? ¿Te gustó? ¡Dime!

Él no dijo nada, simplemente me miró enojado, muy enojado. Si las miradas matarían, probablemente yo ya estaría muerto.

—¿Desde cuándo te volviste violento?

—¿Qué?

—¿Desde cuándo Zhan? Llega ella y te vuelves así, ¿La quieres más a ella que a mí?

—¿De qué hablas? Deja de decir tonterías, Yibo.

—Creo que el maldito error más grande que hemos hecho fue haber regresado por ella.

—¡Eres un idiota! —grité con toda mi furia y estampé mi puño en su cara, tirándolo directo al suelo.

Rápidamente se levantó y se nos acercó fúrico. Cerré los ojos en cuanto vi su mano hecho puño levantarse, a punto de golpear mi rostro. Sin embargo, nunca sentí nada, al contrario, escuché un golpe seco, por lo que abrí los ojos y vi a Zhou Cheng a un lado de Yibo y a este en el piso.

—¡¿Qué te pasa idiota?! ¡Zhan está con tu hija en brazos y aún así lo ibas a golpear!

—¡No te metas Zhou Cheng! —YangLi soltó un grito al escuchar el tono de voz de Yibo, sonaba muy asustada.

—¡Yibo cálmate! —Zhou Cheng agarró a Yibo de los brazos y le impidió acercarse a nosotros.

Miré a Yibo preocupado, de verdad parecía que iba a explotar, cosa que se me hacía muy extraño, por lo general, él solía ser una persona pacífica y no presentaba este tipo de comportamientos. Su respiración agitada se iba calmando poco a poco, Zhou Cheng, al notarlo, aflojó su agarre.

—Oye amigo, ¿Estás bien? —mi amigo palmeó su espalda y él asintió serio.

—Vámonos —giró sobre sus talones y caminó hacia el auto.

Suspiré y limpié una lágrima que sin querer se había escapado de mi ojo derecho, sorbí mi nariz y tomé una de las bolsas de las compras.

—¿Me ayudas, Zhou Cheng?

—Claro.

Cuando todas las cosas ya estaban en el auto, Zhou Cheng abrió la puerta del copiloto y me hizo subir, en la parte de atrás, a un rincón, se encontraba mi novio mirando a la ventana, su mirada seria delataba su enojo, negué con la cabeza y decidí no decirle nada, estaba muy enfadado con él, además ya no quería pelear, y menos delante de Zhou Cheng. Dejé de mirarlo y me concentré en mecer a YangLi lentamente, para calmar su llanto, sí, ella continuaba llorando, no tan fuerte, pero igual lloraba.

DOS TONTOS Y UN BEBE  (Yizhan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora