DOS TONTOS Y UN BEBE (Yizhan)

Capitulo: 55

—Lu —la llamé mientras tocaba la puerta de su cuarto.

—Pasa.

Abrí la puerta y entré sigilosamente a su habitación, se encontraba sentada en la cama limándose las uñas. Dejó la lima a un lado y me miró atentamente.

—¿Qué ocurre? —preguntó con curiosidad.

—Vengo a hablar contigo —me senté en la cama.

—¿Y ahora con qué pendeja pendejada me vas a salir?

—Es que... —comencé a jugar con mis manos—. Recuerdas a Dilraba, ¿Verdad?

—Sí, tu compañera nueva —abrió los ojos como platos—. ¡No me digas que la dejaste embarazada! ¡Yo que sepa tú eres joto!

—¡No! —chillé y ella colocó su índice en sus labios pronunciando un shhh—. Lo siento... pues... como comenzamos a convivir y eso, ¿No? —aclaré mi garganta—. Ayer nos besamos para una escena y... ¡Le seguí el beso! —chillé y me cubrí con una almohada.

—¿Eso es todo?

 —Sí, bueno... no, después continué besándola hasta que ya no podíamos más, y debo decir que... me gustó —las últimas palabras casi no se escucharon.

—Vaya, vaya —dijo después de soltar un suspiro—. ¿Te gusta?

—No lo sé.

—¿Sentiste cosas raras en el estómago y pensaste que tenías gastritis?

—Sí.

—¡Awww! ¡Mi pequeño Ge-ge se enamoró!

—No me enamoré, por Dios ni siquiera sé si me gusta o no.

—Pues sí te gusta, y lo veo en tus ojos cuando hablas de ella.

—¿Mis ojos?

—Sí, lo mismo hacías con Yibo y Emn Chen, tus ojos se abren y brillan.

—Ah maldición —me tomé los ojos y ella rió.

—Estás en la etapa de la negación Zhan, ya verás que en unos días será tu novia.

—Tengo miedo.

—¿De qué? ¿De sufrir otra vez? —asentí con la cabeza—. Eso no pasará porque ambos son lo suficientemente mayores como para tener una relación.

—Uy sí, tengo 20 y ya soy un abuelo experto en corazonadas.

—No vas a comparar al Zhan de ahora con el que tenía 18.

—Bueno eso sí.

Nos quedamos callados un momento hasta que Xuan Lu rompió el silencio.

—Si algún día Dilraba y tú llegan a tener algo, ¿Qué le dirás a YangLi?

—Tendría que decirle que... rayos es que puede reclamarme por Yibo.

—Miéntele que es su mamá y que recién lo descubriste.

—Espero que no reaccione de mala manera.

—Esperemos que no.

Otra vez silencio, pero esta vez me atreví a hablar.

—¿Y si la invito a salir?

—Hazlo, necesitas una pareja ya, ya has sufrido mucho, además, Dilraba es muy linda.

—¿Y Emn Chen? 

—Él comprenderá, habla con él, no creo que te odie luego de esto.

Asentí con la cabeza y caminé hacia la puerta.