5.The party

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| Capitulo cuatro.


Rio era una amiga muy cercana de Suzuka, su mejor amiga desde la niñez. Jugaban juntas a las muñecas e imaginaban que eran sirenas cuando sus familias organizaban un día de piscina.

Pero jamás pensó que la misma muchacha que le contaba que quería un príncipe azul, rubio, de ojos azules estuviera contando a maximo detalle que que quería hacerle a Eri Yandaki.

Estaba completamente loca.

- Tiene los ojos más preciosos que he visto en mi miserable vida. - Miro a los ojos al peluche que tenían en manos simulando que era la muchacha. - Y sus manos Rio, son súper suaves y bonitas...huele tan bien. - Abrazo a el peluche con ilusión mientras miraba a Rio con una sonrisa en su rostro, la más sincera que la muchacha había visto. - Ella es tan...Increíble, quiero besarla hasta dejarle rotos los labios.

- Dudo que sea el mismo nivel de masoquista que tú, Suzuka.

- Se cuando alguien es masoquista, su mirada.

- Su mirada. - Repitió Río leyendo la revista que tenía en manos.

- He estado haciendo retratos de ella pero no sabes lo difícil que es captar los colores de sus ojos, no puedo.

- Sus ojos.

- Tiene una sonrisa encantadora, es capaz de iluminarme la existencia.

- Su sonrisa...

Río jamás pensó escuchar a Suzuka diciendo cosas tan cursis como esa, ni mucho menos por una mujer mayor.

Pues, Suzuka era difícil de conquistar pero al parecer una sonrisa perfecta y manos bonitas le habían cambiado las ideas. Ella ya estaba loca, pero ahora aún más con solo imaginar a la castaña de piel bonita.

Que estupida, se sentía celosa de no amar tanto como ella.

- Tiene lindo estilo, parece sacada de una película romántica —dijo sonriendo —. Las que me gustan, por supuesto.

- Que romántica eres.

- Lo se, ¿y te digo lo mejor? -. La muchacha la miro atenta -. Iré con ella a una fiesta.

- ¿Ah en serio?

- También estás invitada; Las chicas también irán, necesito elegir mi ropa desde ya.

- ¿Desde cuando te preocupa lo que piensen de ti?

- Desde que apareció ella quiero impresionarla.

- Eres un caso perdido, Suzuka Kanazawa.

Río se dejó caer en la cama con la revista aun en manos mientras que Suzuka se reía.

Por otro lado, Eri y Koko estaban alegremente limpiando las mesas del negocio mientras conversaban. Eran unas cotorras chismosas.

Eri tuvo la suerte en conseguir a un hombre tan amable y considerado como Koko, pues no encontraba nada más estupido e idiota que un varón, hombre, persona de género masculino, gente que se creía demasiado por tener pene y poder silbarles a las señoritas que pasaban por la acera de la calle.

La castaña amaba cantar del como se conocieron. Fue en un metro, en otoño alrededor de las 4pm, donde compartieron una hamburguesa y conectaron de inmediato, tuvieron una interesante conversación del como la política estaba tan corrupta, fue bastante extraño pero ese recuerdo siempre lo tenía en su corazón. Después de algunas salidas, citas y conversas, el de pelo castaño (por recomendación de Eri) se consiguió un puesto de trabajo en el restaurante de pollo frito donde hoy en día la señora Miranda mandaba. Koko parecía más nieto de Miranda que la propia Eri.

𝐌𝐲 𝐤𝐢𝐧𝐝 𝐨𝐟 𝐰𝐨𝐦𝐚𝐧 | 𝐒𝐮𝐳𝐮𝐤𝐚. 𝐊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora