Lo'ak caminó sigilosamente dentro de su choza, procurando no despertar a nadie. Sus pasos eran sigilosos.
Duró todo el día con Nyx, y tiene que admitir sinceramente que fue uno de los mejores días que ha tenido en su vida. Una sonrisa se coló en sus labios al recordarlo, al recordarla a ella. Sin duda esa chica provocaba un sentimiento extraño pero... le gustaba sentirlo.
Se sentía... feliz, cómodo. Pensó en todas las personas que lo conocían, y que todas de esas personas, Nyx era la única que lo comprendía a la perfección.
Ella estaba sola, y por naturaleza se sentía sola. Él tenía a su familia, pero parecía que ellos no lo entendían. Y por naturaleza, también se sentía solo. No fue hasta que conoció a Nyx y a Payakan, ellos llenaban ese vacío de soledad.
Y eso que apenas los acababa de conocer.
Dejo las cosas que tenía en mano en su lugar, como estaban, para que su padre no lo regañara cuando se diera cuenta de que algo no estaba en su lugar.
Suspiró aliviado de haber sido lo suficiente sigiloso. Así que caminó hacia su cama. En el ese corto trayecto, observó a su hermano acostado junto a su pareja. A veces envidiaba la vida amorosa de Neteyam. Se preguntaba si algún día encontraría el amor como lo había encontrado su hermano mayor. Sin engañar, Neteyam y Zeph'iryn era su expectativa en el amor.
Esperaba encontrar a alguien que lo amara y entendiera, así como lo hacía... ella.
Trato de borrar esos pensamientos para poder dormir, se estaba muriendo del cansancio. Pero si pudiera, repetiría el día completo, para volver a estar con ella.
¡Pero ya!
Se acomodó en su lugar para finalmente caer en los brazos de Morfeo, hasta que se dio cuenta de algo.
Giró el cuello como el exorcista en busca de su hermana y frunció el ceño al no encontrarla.
¿Donde estaría esa loca? ¿No y que estaba gravemente afectada? Ya luego le preguntaría, cuando la viera, pero ahora, solo podía pensar en dormir.
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Lo'ak soltó un suspiro mientras se removía aún acostado en su cama. Observó cómo ya su familia estaba despierta, acomodándose para ir al desayuno que tenían con los líderes del clan y sus hijos.
Pero entre su familia, no encontró a Kiri de nuevo. Frunció el ceño, ¿donde estaría?
—Levántate, flojo, llegaremos tarde. —Zeph'iryn le dijo caminando hacia él para levantarlo con esfuerzo—. ¡Lo'ak! —le grito cuando este ni siquiera puso el mínimo esfuerzo para levantarse.
—Tengo sueño. —chillo acomodándose de nuevo en la cama—. ¿Y Kiri?
Zeph'iryn suspiró. —No lo sé.
—¡Oh, yo sé! ¡Yo sé! —gritó Tuk dando pequeños saltos con emoción de sapear a su hermana. Y con una sonrisa maliciosa, Lo'ak y Zeph'iryn se vieron.
—¿Y donde esta ella, Tuk-Tuk?
—La última vez que la vi fue con... ¡con Kai! Sí, con Kai. —aseguró con una inocente sonrisa.
—Chisme, drama, oh sí. —Lo'ak se levantó de un salto y caminó para prepararse para ir a la comida.
Zeph'iryn negó levemente y caminó hacia Neteyam para dirigirse hacia el comedor y no llegar tarde.
—¡Espérenme! —exclamó corriendo detrás de la pareja y no quedarse atrás.
—Pues apresura tu trasero. —Neteyam lo miró con una mueca sin soltar la mano de su chica.
—Querrás decir el tuyo. —empujó a Neteyam y tomó rápidamente la mano de Zeph'iryn para salir corriendo hacia el comedor.
—¡Lo'ak! —grito molesto corriendo detrás de ambos.
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Ya todos se encontraba comiendo mientras que los adultos hablaban entre ellos. Lo'ak aburridamente jugaba con su comida, pues esa mañana no despertó con hambre, solo quería que todos acabaran para irse con cierta persona.
No fue hasta que dos presencias se mostraron frente a todos.
Lo'ak giró a ver quienes era y se encontró con Kai sosteniendo a Kiri desde la cintura, de manera muy... comprometedora.
—¿Por que tus piernas tiemblan tanto? —preguntó Tuk inocentemente.
De no ser por Tuk, no se hubiera dado cuenta de aquel detalle. Cuando bajo la mirada a las piernas de su hermana, estás efectivamente temblaban. Así que junto a Zeph'iryn se soltó a reír a carcajadas a más no poder. Jake les mando una mirada dura para que así dejaran de reír. Estos se limpiaron las lágrimas de la risa y se sentaron como se debía, con una sonrisa pícara.
—Hablaremos más tarde. —dijo Ronal firme. Con su típica mirada seria. Jake asintió estando de acuerdo con ella. Kiri y Kai tragaron duro y asintieron también—. Siéntense. —ordenó y Kai con la mano en la cintura de Kiri, la ayudó a caminar hasta su asiento, justamente al lado de Lo'ak.
Giró los ojos cuando la cejas de este se alzaron de manera juguetona. —¿Te divertiste mucho anoche? —preguntó en un murmuró sin dejar la mueca pícara.
Kiri lo golpeó en sus costillas con su codo y este exhaló sin aire.
—Kiri, deja a tu hermano. —siseo Neytiri y esta giró los ojos—. Lo'ak, una palabra más y estarás castigados.
—¡Pero si no hice nada!
—Tu madre dijo basta. —Jake fulminó con la mirada a Lo'ak.
