Me despierto y sigo en el hospital. Necesito que esta situación se estabilize y ser feliz al lado de Mark, mi familia y las chicas. Hablo sabiendo que mi padre no me va a escuchar y de repente escucho una vocecita que dice:
- "Te quiero, Lusi"
- ¿Papá?
- Cariño, me encuentro mucho mejor - Dice con una voz suave y cariñosa.
- Las lágrimas caen por mis mejillas mientras salto de alegría.
- Si he sido fuerte ha sido gracias a ti
- Eres el mejor papá del mundo.
Mi madre aparece en el hospital y me da un abrazo fuerte. Nos salimos fuera y me dice:
- Lucía tengo que hablar contigo.
- Dime, mama.
- Tú padre y yo no hemos estado en ningún viaje, sabes perfectamente que si nos vamos de viaje tú siempre vendrías con nosotros. Tú padre estaba pasando un momento malo de la enfermedad, y el doctor Scooter nos mandó a un hospital lejos de Canarias, ya que aquí no nos lo pueden resolver bien. Todos estos días tu padre ha estado ingresado en el hospital con mini infartos de miocardio. Siento no habertelo contado. Tienes tus problemas y no quería añadirte más. Espero que lo entiendas.
- Claro que lo entiendo mamá, pero yo quiero estar al lado de papá, no quiero que le pase nada y además desde que Mark y las chicas (sobretodo Laura y Sara) llegarón a mi vida me va mucho mejor.
- Entiendo hija pero... bueno tú padre mejorará. - Eso espero. Sólo te pido que tenga problemas o no, no me ocultéis más las cosas y menos si son de este tipo. - Vale, cariño. Ahora vete a casa, me quedo yo con papá y si recibo nuevas noticias te llamo, te lo prometo. - Vale, pero hazlo. Voy andando a casa y así me despejo. Veo a Laura en un banco y me dirigo hablar con ella. - Hola Lau, ¿qué haces aquí sola? - Nada, me apetecía leer pero en mi casa hay mucho ruido así que me vine aquí. - ¿Puedo quedarme acerte compañia? - ¡Por supuesto! me parece una idea perfecta. Me encanta estar con ella, hay una amistad bastante verdadera y me siento muy agusto a su lado.
