21

43 2 0
                                    

He estado un largo tiempo hablando con Laura. Le he contado todo lo que le esta pasando a mi padre y me ha animado mucho. La he cogido bastante cariño y creo que ella a mi también. Poco a poco está amistad es cada vez más fuerte. Ella también tiene problemas en su familia, me ha contado que su abuelo esta malito y se le han escapado algunas lágrimas. Espero que se recupere y mejore, ni ella ni nadie de su familia merece estar mal. Estoy de camino a casa de Mark, tengo unas ganas tremendas de verle. Mi vida esta cambiando mucho en poco tiempo y eso me descoloca. Llevo años sin importarle a nadie, odiándome y odiando al mundo por odiarme, No se que es lo que esta pasando ahora mismo en mi vida pero tengo que confesar que me encanta. Me abre la puerta Naira, como se parece a Mark, jo. Mark me ve, viene corriendo, me da un abrazo y me come a besos. Naira se queda extrañada pero agradezco el saludo de Mark, lo necesitaba. Nos vamos a la habitación de Mark y nos quedamos un rato largo hablando de estúpideces, realmente son tonterías lo que hablamos pero me distraigo y me olvido de los problemas. Mark me llena de alegría y amor. Me hace ver en una cosa mala lo bueno que hay en ella y me ayuda a enfrentarme a los problemas y a luchar por las cosas. Además, cuando hablo con el siento que no hay fin, es decir, podríamos estar las veinticuatro horas del día hablando y no nos aburriríamos, una sensación extraña pero bonita. Me hacía una falta enorme que entrará una persona así en mi vida. Tras una unas horas hablando, haciéndonos cosquillitas y dandonos besos, me voy de casa de Mark. Se a empeñado en acompañarme pero sólo le he dejado que me acompañara un trocito por que he quedado con Laura para ir a dar una vuelta. - - Lau, ¡que guapa estás! - La abrazo fuertemente.

Las cuerdas atanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora