Quedan tres días para mi cumpleaños y no ser si alegrarme o entristecerme. No quiero otro estúpido cumpleaños sola, otra vez no. No he vuelto a saber nada de Mark desde hace tres días y hoy no estaba sentado en ese maldito banco. La profesora Rous, la orientadora, me ha dicho que estoy mejorando mucho, quiero contarselo a mis padres pero rápidamente me acuerdo de que se han marchado. Acabo de salir de clase y he tirado sin querer los apuntes a una chica.
- Lo siento, de verdad que yo no quería, me han empujado y..... - digo con voz titubeante.
- ¡Eh, eh, eh! Tranquila, no pasa nada. Me llamo Clara y si necesitas algo puedes contar conmigo, puedes ser mi amiga.
Mi cara es de sorpresa y de alegría, se está ofreciendo a ser mi amiga. No me lo creo.
- Encantada, Clara. Yo soy Lucía.
Me quedo hablando con ella un rato y me marcho a casa. Por primera vez suena música alegre en mi móvil y por primera vez tengo ganas de vivir. Estoy cuerda
