Capítulo 17
15 de julio de 2018, 22:18:53 PM
Izuku estaba tendido en el suelo, envuelto en mantas, con la espalda apoyada en Ochako. No podía dejar de mirar su teléfono. En solo unos minutos, debía encontrarse con Katsuki afuera por alguna razón desconocida que Izuku estaba ansioso por descubrir.
¿Por qué Katsuki quería hablar con él a solas? ¿Qué estaba pasando? ¿Había ocurrido algo? Había estado con los ojos bien abiertos, el sueño y el agotamiento eran cosa del pasado, mientras yacía de lado, contemplando esto durante la última hora. Esperaba que no fuera algo demasiado serio. El chico pecoso se dio cuenta de que, obviamente, las cosas iban a ser muy serias durante el resto del viaje, pero aún no estaba listo para lidiar con eso. Solo quería unas horas más para que su cabeza dejara de dar vueltas por todo lo que había ocurrido en las últimas veinticuatro horas.
Dos minutos más...
Izuku se alejó de Ochako, muy despacio y muy cuidadosamente, dejando que se acostumbrara gradualmente a la pérdida del contacto físico. Quitó sus mantas, y las amontonó alrededor de la forma dormida de Ochako para mantenerla abrigada en su lugar.
Avanzando hacia la puerta, metió las manos en sus bolsillos, verificando que su teléfono todavía estuviera con él. No se preocupaba por ponerse los zapatos, ya que había decidido dormir con ellos puestos para mantener los pies calientes. Llegó a la puerta, abriéndola lentamente para no hacer ruido, y salió al fresco aire de la noche. Cerrando la puerta detrás de él, se dio cuenta de que Katsuki ya estaba allí, mirando hacia la piscina abandonada a un par de metros de distancia.
Katsuki estaba bañado por la luz de la luna, los rayos iluminaban los ángulos de su rostro, magnificando su belleza y haciendo que su cabello rubio pareciera casi blanco. Izuku juraría que parecía poseer un aura casi de realeza en la noche. Lucía tranquilo, algo a lo que el chico pecoso no estaba acostumbrado a ver. Izuku ni siquiera había terminado de observar al rubio frente a él, pero Katsuki parecía haberse impacientado por la llegada de Izuku y se había dado la vuelta para ver al chico peliverde parado allí.
– Oh –, dijo Katsuki al notar la figura de Izuku en la noche. – No me di cuenta de que estabas aquí.
– Lo siento –. Izuku pasó una mano por sus rizos alborotados. – Entonces, eh, ¿de qué querías hablar conmigo? – Se rió nerviosamente. – No voy a mentir, me tenías un poco preocupado.
Katsuki frunció el ceño en respuesta.
– No lo estés. No te hice venir aquí para algo malo. Vamos –, le hizo señas y comenzó a caminar hacia el costado del motel.
– ¿A dónde vamos? – preguntó Izuku, sin moverse de su lugar en el pavimento. Katsuki se detuvo para mirar hacia atrás.
– ¿Importa?
– Un poco.
Katsuki gruñó y cambió de dirección para pararse directamente frente a Izuku.
– Tu cumpleaños ha sido bastante mierda, ¿verdad?
– Bueno, sí...
Katsuki se mordió el labio, luciendo cada vez más incómodo con la situación en la que se había encontrado.
– Maldición, ¿quieres ir a comer algo o no? Yo invito, así que no entiendo por qué estás poniendo resistencia – . Katsuki agradeció a la noche por ocultar el leve rubor que había teñido sus mejillas y orejas.
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"2,645 Miles"
RomanceIzuku quiere llegar al otro lado del país sin que sus padres se enteren, quiere encontrarse a sí mismo. Katsuki está desesperado por llegar a Los Ángeles, quiere reparar sus errores. Ninguno de los dos sabe qué esperar, pero a lo largo de este viaje...