Capítulo 5

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¡Antes de empezar!

Recuerden que en este fanfic Katsuki es de un pequeño pueblo ficticio de Georgia, no obstante, la acción de éste capítulo (y del siguiente) se desarrolla en Atlanta. Sí, la misma Atlanta de The Walking Dead. De acuerdo con Wikipedia, es la capital del estado y una de las ciudades más pobladas de Estados Unidos. 

Hay algunas notas en el capítulo marcadas con negritas, para entender las referencias y conocer más sobre la cultura de EUA. (Foto tomada de atlanta.eater.com)

¡Disfruten el capítulo! :3



Capítulo 5

Una semana antes del encuentro destinado entre Katsuki e Izuku.

3 de Julio del 2018

-¿Podría escoger de una buena vez?-. Le gruñó Katsuki a la mujer que se encontraba frente a la caja registradora y que debatía los pros y contras de las bolsas de papel y plástico de sus compras. Sus ojos, escudados detrás de unos lentes de aumento con forma felina, estaban completamente concentrados. -Señora, acabó mi turno y estoy tratando de largarme.

La concentración de la mujer se rompió y levantó la vista. Su cara hizo una mueca que contenía una considerable cantidad de disgusto.

-Katsuki-. Dijo con una voz demasiado suave y que no coincidía con la malicia que irradiaba su cara. -Esperaba que pudieras mostrar un poco más de respeto hacia mí.

El rubio explosivo hizo una mueca.

-¿Por qué?

La mujer abrió la boca con incredulidad, haciendo juego con sus ojos desorbitados.

-Katsuki Bakugou, ¡fui tu profesora asignada durante toda la preparatoria! ¡No puedes decir que no me recuerdas!

Una risita escapó de los labios de Katsuki mientras respondía.

-Señora, nunca le presto atención a ninguno de los extras que viven en este pueblo-. Movió la mano como restando importancia a la presencia de la mujer y ésta frunció sus labios en una línea delgada antes de decidir firmemente en no insistir más con el tema.

-Plástico-. Dijo por fin.

-Agh, ya era hora-. Murmuró el rubio rodando los ojos y comenzando a empacar las compras de la señora.

-Entonces, ¿tienes grandes planes para esta noche? ¿Por eso te urge tanto salir corriendo de aquí?

-Por supuesto-. Sonrió con insolencia. -Los chicos y yo vamos a Atlanta. Beberemos hasta hartarnos.

Su antigua profesora negó con la cabeza, claramente juzgandolo por sus planes de fin de semana.

-¿Sabes, Katsuki?-. Comenzó mientras el rubio terminaba de empacar lo que quedaba en el carrito. -Siempre has sido un problema, pero arrastrar a esos buenos chicos contigo es cruel. Un día van a ir demasiado lejos y van a arruinar sus vidas en el camino.

Katsuki presionó sus labios en una fina línea mientras la miraba y apretaba con fuerza sus sudorosos puños. No tomaba bien que la gente asumiera que arrastraba a sus amigos a situaciones problemáticas. Denki, Sero y Eijirou siempre habían sido tan activos como él en cada uno de sus planes.

-Escuche, anciana-. Estalló. -Yo no los obligo a hacer nada que ellos no quieran. No soy ese maldito imbécil que todos creen.

Ella lo miró de manera inexpresiva, y cuando habló, su voz salió monótona.

"2,645 Miles"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora