•Traición• Capítulo 17

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Me quedo helado.
Totalmente inmovilizado.

Presiento que algo malo esta por venir.

Me acerco solo un poco a su puerta, escucho risas.

Una presión en el estomago me punza.

Me siento mareado, como si estuviese soñando.

Me alejo inmediatamente de allí y regreso a mi pieza. Me siento en el borde de la cama, pensativo.

Calculo la posibilidad de asomarme por el pequeño orificio que hay entre nuestras paredes, pero jure jamás volver a hacerlo.

¿Qué es lo correcto?

Niego con la cabeza, tomándola entre mis manos.

¿Quién estará con ella?

La incertidumbre me acorrala.

Camino directo a su puerta, con un coraje jamás antes visto.

Justo cuando toco el pomo de su puerta, todo se vuelve totalmente lento.

La abro sin tocar, esta abierto.

Lo primero y lo único que miro es a ____, que está cerca del umbral del baño, con una toalla anudada a la altura de su pecho.

Le sonrio, casi relajándome al verla tan hermosa con su piel sonrojada por el agua caliente.

Pero su mirada me advierte miedo, es cuando volteo hacia la derecha y veo algo que me congela el corazón.

Kellen esta recostado en su cama, en pijama.

La sangre hierve en mi venas a una temperatura infernal.

Me siento físicamente caliente, enfermo.

La vista se me nubla y la boca se me seca.

Cierro los ojos tratando de entender lo que pasa.

Cuando los abro, fatigado, los encuentro mirándome preocupados.

Pero nadie dice nada.

Siento un poder catastral en mis puños, y en cada célula de mi cuerpo, como si con el solo contacto pudiese romper cualquier cosa.

La ira me domina. Los celos extienden sus tenebrosas manos hacia mi. No soy capaz de resistirme. Me abraza.

Mis ojos desvelan odio y ferocidad. Las venas de mis sien saltan y punzan intercaladamente.

-¿Qué esta pasando aquí?-es lo único y lo primero que se me ocurre decir.

Lo digo tan alto y duramente que los hago saltar en su sitio.

___ tiene los ojos abiertos como platos y la boca ligeramente abierta.

Intenta decir algo, pero su nerviosismo le juega una mala pasada, casi no puede articular palabra.

Me adentro a la habitación, me paro justo al frente de ella.

Me mira asustada y con el pánico tatuado en el rostro.

Vacila ante mi mirada acusadora. Se hace pequeña y podría jurar que tiembla ligeramente.

-Y-yo-yo....-tartamudea.

-¿Qué chingados esta pasando aquí?-repito, escrutándole desde arriba. Me mira y no sabe que hacer.

Escucho una puerta cerrarse, Kellen se ha ido.

-No es lo que piensas-logra articular. Sus ojos me miran aterrados.

Pero solo soy capaz de sentir odio y resentimiento, quisiera partirle la cara a ese imbesil, pero recuerdo amargamente que no solo él tiene la culpa, sino ella.

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