•"Karma"•

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Capítulo 22

Siento un dolor agudo en mi cabeza. Cierro los ojos maldiciendo. Trato de moverme pero me doy cuenta de que estoy imposibilitado. Abro los ojos y solo me encuentro en una plena oscuridad. Alcanzo a percibir que estoy acostado en algo bastante rugoso. Me despierto por completo esta vez, veo un brillo debajo de mi, mis ojos apenas se acostumbran a la poca luz, y me doy cuenta que el "brillo" es un reflejo, de agua.

¡Mierda!

Alzo el cuello hasta dónde puedo y me percato con amargura y sorpresa que estoy amarrado a un tronco lo suficientemente grande para sostenerme encima del agua. Santa mierda. Dejo de respirar.

¿Quién carajos hizo esto?....

El dolor en mi cabeza aún punza. ¿Cómo llegué aquí?... Lo último que recuerdo es estar en mi habitación.

Vuelvo a asomar lo más posible mi cuello para tener una visión más amplia de lo que pasa a mi alrededor, con cuidado giro el cuello. Uno de mis pies resbala de encima del tronco, la cuerda que esta anudada en uno de mis tobillos debido al brusco movimiento provoca una herida en ella. Maldigo en voz baja.

Ahora mi tobillo está mal acomodado y cortado.

Decido moverlo para ponerlo a su posición anterior, sin hacer movimientos bruscos, trato de ser lo más cuidadoso posible.

En uno de mis intentos fallidos, la cago y muevo de más el cuerpo, haciendo que el tronco se voltee.

Quedo amarrado en el tronco como hace un momento, solo que ahora mi cuerpo está debajo del agua.

El giro inesperado me hace tragar agua. Intento respirar pero solo ingiero más agua. Siento que comienzo a ahogarme. Me desespero por la necesidad de oxigeno.

Siendo que no voy a salvarme de esta.

Pero sé que no me puedo rendir. Utilizaré el poco oxígeno que me queda.

Pienso en la manera de poder salir de esto. Una idea viene a mi cabeza. Me estiro lo mejor que puedo, para llegar al borde del tronco con mis manos para cruzar por allí la atadura y librar mis manos. Lo consigo. Pero me falta aun más el aire. Siento una pequeña convulsión en mi pecho. Mierda. Arde. Asustado me doy cuenta de que el tronco empieza a hundirse, con mis pies aún atados a él. Con la poca fuerza que me queda, lucho con mis manos deshacer el nudo en mis pies. Me cuesta tanto trabajo, no veo nada debajo del agua. Cierro los ojos con dolor por la necesidad urgente de oxigeno. No lo voy a lograr. Esta mierda se hunde.
Y para mi sorpresa logro desatarlo, empujo mi cuerpo lo más lejos del tronco, para salir a la superficie. Lucho por subir lo más rápido posible, pero los músculos me arden, me resulta una tortura nadar. Pero lo consigo.

-¡Mierda!-grito cuando apenas suelto la primera bocanada de aire.

Trato de tranquilizarme. No es bueno para mí esto. No quiero tener un ataque justo en medio del lago.

Empiezo a toser agua y mis pulmones al fin se liberan. Respiro lo mejor que puedo, aliviando a mi cuerpo.

Aun con el dolor de mis músculos lucho por llegar a la orilla nadando.

Mientras doy cada patada y cada brazada debajo del agua, maldigo internamente al Estupido que hizo esto. Me las va a pagar, caro. Esto no fue otra cosa más que un intento de asesinato.

Una vez mis pies tocan la superficie rocosa me paro y camino aún más cerca de la orilla.

-¡Pero voy a destrozar a ese pequeño bastardo!-grito enfurecido. Aunque aún no sé quién se atrevió a hacer esto.

Apenas salgo por completo del lago el frío golpea mi cuerpo. Me abrazó a mí mismo para calentarme. Dando los primeros pasos en el bosque (para dirigirme a mi habitación) escucho unos gritos.

-¡Ayuda maldita sea!-la voz me suena familiar-¡Alguien escúchenme puta madre!-la lucidez me golpea y corro lo mejor que puedo con mi jodido cuerpo hacia dónde creo radican los gritos.

El sonido proviene casi a la entrada del bosque del lado norte, es decir, por el campus. Así que puedo tener una visión aún mejor que la del sur, donde no hay otra cosa que la luz olvidada de la luna.

Miro en un tronco a una persona amarrada abrazada de  frente, con manos y pies alrededor del mismo.
La veo luchar por deshacerse de aquello. Me acerco aún más rápido para ver a Josh en una situación deplorable:

Llorando, asustado, con las muñecas y tobillos ensangrentados, y para ponerle la cereza al pastel, desnudo.

-¡Joder hermano!-me mira esperanzado.-Sácame de aquí.

-Si-asentí, en estado de shock. No asimilaba muy bien las cosas.

Aquí afuera hacia un frío de su puta madre, yo sólo tenía un short y Josh estaba desnudo con el culo expuesto, no sé que era peor.

Hice lo mejor que pude, y después de unos minutos deshice los nudos.

Veía a Josh respirar para tranquilizarse.

-Tenemos que regresar antes de que haya problemas cuando amanezca y nos encuentren a los dos así-nos señaló-Así que hay que apurarnos.

Se paro, nos dirigimos al campus, una vez que la luz nos dio completamente nos vimos directamente.

-Mierda-susurramos a la par

Josh parecía un trapo viejo. Y en la forma en la que él me miraba me dejaba entrever que yo estaba igual o peor.

-Demonos prisa-advertí.

Decidimos que era mejor llegar a mi habitación donde había un botiquín para sanar esta mierda.

Suspiramos aliviados cuando llegamos a mi pieza sin tener un atisbo de alguna otra alma despierta a estas horas.

Cuando Josh me dio la espalda algo llamo mi atención, unos puntos rojos en su trasero.

-Josh-la voz me templo-hermano, mírame-no sabía cómo iba a decir esto.

-¿Qué pas...-su expresión cambio de serenidad a espanto total cuando notó el horror en mis ojos-¿Qué está mal?-casi grita.

Cierro los ojos sin saber cómo decirle esto.

-Tómalo con calma, tienes un poco de sangre cerca de tu trasero.-lo suelto lo más rápido posible.

Los ojos se le abren a su magnitud y su boca se abre.

-¿¡Qué!?-busca su trasero como un perro busca su cola.

Los ojos se le llenan de lágrimas.

Si tenía sangre significa que fue... Violado. 

Se tira en el suelo despues de unos minutos, se cubre la cara con las manos, tratando de ocultar que llora.
Mi estómago se cierra con dolor. No me gusta ver a mi amigo así.

Lo veo desde arriba, y algo llama de nuevo mi atención, tiene un corte en su muslo izquierdo.
Me agacho a la par y miró como si hubiesen jugado la herida, la sangre esta batida. Se nota un poco de infección a la par.
Y la lucidez golpea mi cerebro de nuevo esta noche, o mejor dicho madrugada.

-Hermano-le hablo-¿te duele el culo?

Josh me mira mal.
-¿Qué clase de pregunta es esa Estupido?

-Escuchame, aquí en tu pierna tienes un corte, que fue evidentemente jugado, quiero que vayas al baño y revises como está la sangre, ¿vale?

Aturdido, asiente. Se va al baño y después de unos minutos su cara refleja una sonrisa enorme.

-¡No me violaron!-gritó.

-¡Cállate Imbesil!-le silencio.-Alguien nos puede escuchar.

Asiente con una risa.

-La sangre la pusieron allí a propósito, mi culo está intacto, lo revise y...

-¡Oye calma!-grite en susurro interrumpiéndole-no necesito saber detalles-rio. Ríe conmigo.

-Esta bien... Es que joder, estoy feliz.-asiento.

-Eso lo entiendo hermano.

Depredador sexualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora