•Tentación• Capitulo 7

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Tras aquel pequeño accidente decidí tener cuidado, no ser tan imprudente y... Tan calentón.

Trato de ignorar a la chica que es mi vecina. Por miedo a que descubriese y leyera en mis ojos lo que estoy haciendo, expiarla.

Aunque suene imposible, con una sola mirada siento que en mis ojos ella pudiese leer lo que siento por ella:

Deseo.

Y seria trágico para mi que conociera la verdad: que estoy enviciado por ella, una chica lesbiana...

¡Qué clase de hombre soy!

En mi cabeza le doy mil vueltas al asunto, mientras que físicamente también rodeo todo el jardín mientras hago mis recorridos nocturnos.

Correr es solo uno de mis hábitos para liberar tensión.

Combina todo lo que me gusta, la oscuridad, la tranquilidad y silencio.

Y últimamente lo he abandonado.

Hoy me dispuse a correr unos kilómetros mas que de costumbre.

Mientras regreso a mi habitación, tengo energía renovada, me siento increíblemente bien.

Como si todas mis preocupaciones que cargo desde casa, fueran simplemente eliminados de mi cuerpo mientras sudo.

Sumergido en mi comodidad retomada, me percato de mi apariencia: tengo el cuerpo totalmente empapado en sudor, la camisa estaba completamente pegada a mi cuerpo.

Mientras avanzo por el pasillo busco las llaves.

Distraído en encontrarlas, me estrello contra algo.

Al alzar la vista, me encuentro con los hermosos ojos de ____, que me miran sorprendida y con la boca ligeramente abierta, dispuesta a decir algo.

Pero cierra los labios y me mira de pies a cabeza.

Admira mi estado tan asqueroso.

-Lo siento-murmurllo, alejando mis ojos de ella.

-Esta bien, la culpa fue mía-se disculpa.

Cuando por fin la miro, le sonrió de manera simpática, me devuelve la sonrisa.

-¿Fuiste a correr?-curiosea.

Asiento.

-Así es, es una costumbre.-declaro, encogiéndome de hombros.

-Wow, vaya, yo ni loca tendría ganas de hacer recorridos nocturnos, sobre todo después de todo el sobrecargo de ejercicio y labores que hay aquí.-bufa fastidiada, lo cual me causa gracia.

Es una de las frases más largas que le he escuchando decir.

-Al contrario-niego con la cabeza-eso me da mas fuerza.-

Me de una manera extraña, con una sonrisa retorcida.

-Eres muy apasionado-me mira a los ojos y por alguna razón me siento incomodo.

No sé como etiquetar su forma en que sus ojos me miran.

Al poco tiempo le regreso la mirada, y la hago sonrojar.

-Es decir,-prosigue-la manera en que hablas de lo que te gusta hacer-habla apresuradamente.

Tiene una particularidad, al parecer cuando esta nerviosa mueve demasiado las manos, retorciéndolas.

La pongo nerviosa. ¿Por qué?

Yo no sé que pensar.

Guardo silencio para no hacer un comentario que la haga sentir aun mas cohibida.

-Bueno,-habla al fin-buenas noches-y antes que pueda contestar escucho cerrarse la puerta de su habitación.

Sin poder evitarlo me encuentro sonriendo como retrasado en medio del pasillo, solo.

Me río de mis propios pensamientos y me encamino a mi puerta.

La abro y me adentro.

Me quito inmediatamente la ropa, esperando que mi cuerpo tome una temperatura mas baja.

Reviso mis mensajes de correo.

No hay ninguno.

Algo en mi pecho se hunde.

Nadie me recuerda.

La vida allá afuera sigue su curso, y mi familia es mas feliz sin mi presencia.

Es duro para mi asimilarlo.

Aunque haya vivido toda mi vida con ello, nunca me es fácil aceptarlo, o evitar, si quiera, que no me duela.

Soy una vergüenza para ellos.

Para todos.

Pero de un momento a otro, el dolor y tristeza es sustituido por rabia.

Cierro la laptop de golpe, tomo mi toalla y me adentro al baño para someterme a una ducha de agua fría.

Bajo la regadera, dejo que el agua recorra mi cuerpo llevándose todo rastro de sudor.

Cierro los ojos y aprieto los puños. Trato de mantener estable mi respiración.

Me concentro en parar mi mente que da mil vueltas por segundo.

Al salir del cuarto de baño me pongo a pensar en la posibilidad de hacer exactamente todo lo que yo quiero;
que evidentemente no es estar aquí.

Era una cuestión desconocida.

Seguir mi sueño significaría también fracasar, y quedarme sin nada.

Demasiado arriesgado.

Ataviado, decido acostarme.

Mis pensamientos vuelan sobre mi cabeza muy rápidos.

Opciones....

En una velocidad de vértigo y antes que me lo disponga me encuentro pensando en ella.

Algo en mi estomago se arremolina cuando recuerdo sus ojos y grandes pestañas.

Un deseo inminente me arrastra a expiarla de nuevo. No puedo evitarlo.

Esa chica es mi obsesión.

Y no dejare de pensar en ____ hasta que consiga lo que quiero: acostarme con ella.

Cuando tengo una perfecta visión de su pieza una imagen aun mas poderosa golpea todos mis sentidos de pies a cabeza, en cada célula de mi cuerpo.

Tiemblo, ligeramente excitado ante la hermosa imagen reflejada en mis ojos brillantes y anhelantes.

La chica, tan linda y sexy, yace sobre su cama con las piernas abiertas, desnuda.

Tocándose sin piedad.

La escena hace que mi visión se nuble de excitación.

Sus gemidos llenan mis oídos.

Dice algo; un nombre, el cual no escucho, pero debe ser su fantasía, tal vez una chica, como debe ser.

Y es una lástima.

La escena es tan excitante que es milagrosa y triste a la vez;

Buena: porque es una belleza, una diosa. Pero triste; porque nunca podré estar entre sus piernas.

Pero a mi cuerpo, a estas alturas no les interesa la lógica de un romance.

Sino las ansias, que me provoca su hermoso cuerpo.

Excitación que complazco esta noche en mi habitación.

____ y yo, hacemos exactamente lo mismo, solo que una pared nos separa.

Ella con un nombre para mi desconocido en sus labios, y yo, con su imagen en mi cabeza.
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Bueno aquí les traigo un nuevo capítulo espero que les guste mucho.
Ya saben si les gusta mi novela por favor votar ya que me ayuda a saber si a ustedes les agrada mi novela y saber si estoy haciendo algo bien cx.
Bueno si tienen alguna duda o cualquier cosa que decir póngalo en los comentarios y yo intentare responderles.
Con mucho cariño OsadaStyle

Depredador sexualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora