-¡Fondo! ¡Fondo!-gritaban todos en círculos alrededor del borracho de Ellis. Mientras él se se atascaba en tomar la botella.Habían mencionado una reunión leve y algunas cervezas, definitivamente esto se salió de control, pero todos estábamos demasiados alcoholizados para detenernos.
-Qué se pudra ese sargento Mal Aliento-se burlaba un soldado que no conocía, al parecer se hacia llamar Federick, entretenía y divertía a todos-
Miren mi grande trasero, soy un sargento y me creo el Dios del puto universo-parloteaba. En medio de imitaciones ridiculizantes antes nuestros superiores, todo era carcajadas. Hasta que se abrió la puerta de un solo golpe.
-¿Qué significa esto?-gritó la sargento Parker roja de rabia. Nadie podía moverse, estábamos en shock.
-Si no van a hablar-dijo el sargento Mollins-Les haremos hablar. Un grupo de soldados candidatos a sargentos nos tomaron y nos guiaron a las regaderas y cuando todos estábamos debajo de una, liberaron el agua fría. Todos gritamos y el alcohol parecía haberse esfumado de nuestros cuerpos. Ahora si, la cruda realidad.
-¿Creen que por pagar un instituto militar pueden hacer lo que quieran?-vociferaba Mollins
-Quiero al genio creador de la reunión-exigió la sargento.
Valientemente Federick da un paso hacia delante, con la mirada fija hacia delante.
-Yo sargento.-tenía voz temblorosa. El sargento lo miró y tensaba la mandíbula hasta el punto que parecía doler.
-Dime solo una cosa, prefieres ser expulsado o tener una sanción. Tu decides.
Federick no lo pensó.
-Sanción, señor-casi grito.
-Piénsalo bien, podemos llegar a ser muy malos, tal vez sea mejor huir, créame-propone.
-Definitivamente no sargento, se lo debo a mis padres.-típico, casi nadie está aquí por su propia voluntad.
-Esta bien,Me conmueves-dice sarcástica-, solo por eso, seré clemente, acércate, solo recibirás tu castigo delante de todos.El condenado avanza lentamente, notablemente temeroso.
-Espero pienses en tus padres, para que te de voluntad, o en mi mal aliento, chico estupido.-realmente esta molesto y escuchó todo.-Quítate la camisa-le ordena. Le obedece. Y en menos de un minuto le azota en la espalda haciéndole gritar de dolor y tirarse al piso.Todos contenemos el aliento, nunca lo esperamos.
Lo azota dejando marcas, y sangrando su espalda, es demasiado. Llora y se revuelca en el piso.
-Te dije que era mejor la expulsión-dice burlón.Maldito bastardo. Cuando termina nos mira a todos, algunos están cagandose del miedo. A mi solo me hierve la sangre, apuesto a que esto no lo aprueba la milicia, pero en fin, es la milicia. Es como pretender denunciar a la policía con la policía, solo terminas muerto o azotado.
-Todos ustedes serán sancionados con labor comunitario en todo el campus, todo una semana, después serán reasignados en nuevas habitaciones y no podrán deliberar.Genial, un cambio de habitación, estaba bien en mi edificio G, es uno de los últimos, y es genial casi no ser visto por la vigilancia.
-Ahora vayan a dormir, que necesitan descansar.-en contra de mi mejor voluntad hago caso a la orden. De camino observo los edificios preguntándome a cual tendré que cambiarme. No quisiera hacerlo, pero talvez sea lo mejor.
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Depredador sexual
Fiksi PenggemarSinopsis Narrada desde la perspectiva de un chico enamorado de alguien que evidentemente jamás lo volvería a ver, ____ Nimon, evidentemente lesbiana en la escuela militar. Trata de ignorar el hecho de que lo vuelve loco. Verla todos los días en lo...