Capitulo VIII

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Freen regresa un poco mas tranquila al ver a su madre mejor, solo con las molestias normales de una operación, ahora debía hablar con Becky.

-Freen dice la señorita Armstrong que te espera en el despacho- le dice Heng al entrar a la casa.

-Si, gracias- le responde preocupada, algo pasa con Becky eso no es normal.

*Al entrar a la casa va al despacho, esta abierto.

-¿Becky?- dice entrando, voltea a un lado y ve vidrios en el suelo, algo pasó- ¿Becky estas aquí?

-¿Donde estabas?- le pregunta una fría voz desde atrás pasa segundos escuchar la puerta cerrarse de golpe, Freen voltea y ve a la morena, tiene los ojos enrojecidos e irritados, el cafe es frío, como nunca -Te hice una pregunta, ¿donde estabas?

-Con mi madre, ¿que pasa Becky?

-Con tu madre... ¿con tu madre en el cuarto de un hotel ebria como el sábado?

Freen no pudo hablar, otra vez la suerte no estaba de su lado, en unas horas de ausencia Becky se había enterado de todo, como? de nuevo no lo sabía, el caso era que lo sabía y esa frialdad no la había visto antes, no sabía que esperar, esa era la Becky que Freen no quería ver nunca, una Becky cegada por la ira que no escuchaba ni entendía razones.

-¡Te hice una pregunta, contéstame!- le dijo levantando la voz, el grito hizo eco en los oídos de la castaña, estaba asustada, Becky se acercaba amenazante, con los puños cerrados, Freen instintivamente se alejo de ella.

-Pue... puedo explicarte eso, por favor...

-¡No!

-Becky por favor...

-¡Cállate! ¿Te acostabas conmigo por el dinero verdad?- le dijo tomándola del cuello con la mano, la llevó de esa manera de espaldas hasta la pared -Se que tu madre esta enferma, solo por eso no te saco a patadas de aquí, de ahora en adelante, todo lo que quieras extra te costara- Freen iba a decir algo y Becky puso el dedo índice de la otra mano sobre sus labios -Ahórrate las palabras, ya veo que tan bien usas la boca para otra cosa que no sea hablar- le apretó un poco el cuello -¿Ahora Freen, ves esos vidrios ahí?- le preguntó volteando a donde estaban las esferas reventadas, Freen asintió como pudo con los ojos llenos de lágrimas -Pues límpialos que para eso te pago.

La morena la soltó y salió del despacho.

Freen se quedo recargada en la pared y después sentada en el suelo lloró, esos días nada salió como ella esperaba, hablaría con Becky, sin importar como le explicaría las cosas, se levantó, se limpio las lágrimas y recogió los vidrios, después bajo a la cocina y esperó todo el día, Becky no regresó, la castaña triste desayunó, comió y ceno sola después de meses de hacerlo con Becky, eran las 11 de la noche y seguía sola, decidió darle tiempo, de todas maneras no iba a escucharla, ¿como pudo ser tan tonta y caer en ese juego? odiaba a Heng y mas lo aborrecería si no arreglaba las cosas con Becky.

A las 7 de la mañana Freen despertaba de una noche de mal dormir, salió, Becky no estaba, triste hizo sus deberes, a las 11 de la mañana escucho la puerta y corrió solo para descubrir a Becky con un hombre alto.

-Por aquí- le dijo la morena indicándole el camino- Freen, café.

Fue todo lo que dijo, ni la volteó a ver, la castaña fue a la cocina a preparar café y subió al despacho, dejo el café, Becky agradeció y Freen salió, si así iban a ser las cosas sería duro para ella. Media hora después Becky salió acompañada del mismo hombre y no regreso en todo el día, una vez mas estuvo sola en la casa.

Al día siguiente Freen salió de su cuarto, ya no usaba el uniforme, vestía normal, fue a la habitación de Becky y escucho ruido, toco pero no tuvo respuesta, toco de nuevo y entró.

CIRCUNSTANCIAS - FreenBeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora