SCARS [Daryl Dixon] [parte 1]

03.02 "Enfermo"

—¿Quiénes son? — pregunto Daryl con la ballesta en alto.

—¿Quién diablo son ustedes? — pregunto un tipo de cabello largo.

—¿Por qué no salen de ahí?, despacio sin hacer estupideces — hable demandante.

Los tipos comenzaron a salir en fila, de los últimos salió un chico, se veía asustado y parecía ser el más joven de todos, tenía un ojo morado y la vista en el piso.

—¿Qué le pasó? — pregunto un hombre Rubió de bigote ridículo.

—Lo mordieron.

—¿Lo mordieron? — repitió el pelinegro sacando un arma.

—Ni lo pienses imbécil — amenace con mi arma en alto.

Los cinco prisioneros más grandes recorrieron mi cuerpo de pies a cabeza, lo que me incómodo. Daryl dio un paso al frente con enojo en su mirada tapando un poco mi cuerpo de los ojos de los hombres.

—¿Tienen suministros médicos? — pregunto Glenn pasando por su lado.

—¿Quiénes son ustedes?, no parecen un grupo de rescate.

—Si esperan uno, olvidenlo — ayude a los demás a poner a papá sobre la mesa de metal que encontró Glenn.

—Debemos irnos.

Tire suavemente el chaleco de Daryl hacia atrás, ya que seguía apuntando a los prisiones. Este me miro y comenzó a retroceder para irnos.

—Camina estúpido gringo — a lo lejos pude distinguir la voz del pelinegro.

—¡Carl!, ¡Emily! abran la puerta — grito Rick cuando llegamos al pabellón.

Daryl y yo nos mantuvimos con las armas en alto esperando a los prisioneros. El primero en aparecer fue el pelinegro con el arma en alto.

—Pabellón C, celda 4 es la mia gringo.

—Hoy es su día de suerte, el Estado de Georgia los absuelve, pueden irse — respondió Daryl sin dejar de apuntar.

—¿Qué está pasando ahi adentro?

—Nada que te importe — respondi de mala gana.

—Miren lo que tenemos aquí — hablo el pelinegro acercándose a mi — ¿Cómo estas preciosa? — iba a responder al idiota, pero Daryl se me adelanto.

—No le hables, a menos que quieras una flecha en la cabeza — tuve que reprimir una sonrisa.

—Tranquilizate amigo — se metió un hombre alto — Él tipo tiene mal la pierna y somos libres, ¿Qué hacemos aquí?

—Ver civiles entrar en una prisión en donde no deberían. Creo que no tenemos a donde ir, no nos iremos.

—Y no entraran — soltó T-Dog llegando a mi lado.