❝𝐒𝐎𝐔𝐓𝐇 𝐏𝐀𝐑𝐊; 𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒❞

Cartman One-Shot

Requested: Kyx3my

--> Él intenta declararse pero siempre lo arruina porque no sabe cómo hacerlo

Eric era conocido por todos en la escuela, todos sabían que él era un chico intenso incluso sádico a veces. Se enojaba con facilidad y no dudaba en insultarte. Sabía manipular a las personas y usarlas a su favor, y era un increíble actor. Pero detrás de esa fachada de chico "malo y rebelde" tenía un secreto.

Estaba enamorado de la mejor amiga de su ex, T/n. Podrá sonar extraño pero así era. Mientras salía son Heidi nunca le prestó atención, pero al terminar con ella (más bien cuando ella terminó con él), empezó a convivir con T/n. Primero sólo la sobornaba para que lo ayude a regresar con Heidi (lo cual nunca funcionaba) pero después fue fijándose más en su personalidad.

Una cosa llegó a la otra y terminó enamorándose de ella, usaba la excusa de querer estar con Heidi para estar con T/n porque no sabía de qué otro modo podía iniciar una conversación con ella.

A veces ni siquiera se daba cuenta de que su fachada de malo se desvanecía al hablar con ella, al darse cuenta rápidamente soltaba un insulto o comentario para "disimular". Cada vez que estaba con ella se ponía nervioso, eso no le había pasado con Heidi. ¿Porqué con ella es diferente?

Él pensaba que era capaz de todo, no le daba pena decir lo que pensaba, insultaba a quien quería y cuando quería, incluso era capaz de elaborar las venganzas mas macabras. Pero no podía confesarle sus sentimientos a una chica, ¿Porqué? Lo había hecho con Heidi, ¿Porqué con ella no?

"Porque realmente no amabas a Heidi" habló su conciencia, "Cállate mierda" se respondió él.

Ni siquiera sabía si lo correspondías.

Cada vez que se proponía a declararse algo pasaba, cómo un típico cliché de película. O alguien los interrumpía, o el se acobardaba. De todos modos, las veces que todo pasaba bien y no había interrupciones, las palabras se le iban, ni siquiera sabía cómo decírtelo. A veces se decía a sí mimo que no debía sobre pensarlo pero igualmente lo hacía y siempre terminaba retractándose y cambiando el tema. "Tu me... me... me tienes que pasar la tarea. Porque, ¿Recuerdas aquella vez que te di de mi comida?".

Sin embargo, finalmente encontró una oportunidad. Se dignó a invitarte al parque con la excusa de que le ayudes con historia ya que tenían un examen pronto. En parte era verdad, pero igual él sabía bien que estaría distraído viéndote a ti y no prestaría atención.

Así, el miércoles de esa misma semana se fueron caminando juntos después de la escuela hasta el parque más cercano. Se sentaron en el pasto porque todas las mesitas y bancas estaban ocupadas, no era un problema, el pasto era cómodo y el sol estaba perfecto: no muy fuerte y con una ligera brisa refrescante.

Había un pequeño puesto que vendía dulces, papitas y refrescos. Cartman lo vio y decidió y a comprar algo, tu lo esperaste.

Él regresó con un chocolate en mano, tu ya te habías instalado bajo un árbol. Mientras él se acercaba no veía por donde caminaba, por consecuencia tropezó con la raíz del mismo árbol.

No cayó completamente puesto que logró posar sus manos a tiempo, lamentablemente había aplastado al chocolate. Tú obviamente habías levantado la mirada ante el sonido repentino, él se levantó a toda prisa por la vergüenza y se quitó la tierra de encima e intentó arreglar el chocolate aunque ni tenía caso.

-M-mierda, maldito tronco hijo de puta- exclamó, luego te miró, -Tu... ¡¡No viste nada!!- no pudiste evitar reirte, -¡¡No te rías!!- se sentía extremadamente avergonzado, quería gritar "No te rías perra" pero simplemente no podía insultarte, no te lo merecías. Pero luego recordó la vez que te escuchó hablar en confianza con tus amigos y recordó que eras igual de grosera que él. -Perra- musitó, reíste aún más.

-¿Te lastimaste?- preguntaste una vez que te recuperaste

-Sí, y pude haber muerto y tu solo te ries- dramatizó

-Hubieras hecho lo mismo si yo me hubiera caído- reclamaste

-Probablemente- aceptó, seguido se sentó a tu lado y abrió el chocolate aplastado, -Bueno esto es lo que puedo ofrecerte, si quieres algo no aplastado ve y compratelo tu misma- ya había agarrado algo de confianza para hablarte así pero igual seguía sin poder hacer contacto visual o tocar temas de amor.

-Me conformo con esto- hablaste mientras tomabas un pedazo de la cosa aplastada, igual el sabor era el mismo.

Mientras comía su parte, Eric pensaba sobre cómo decirtelo. Ya no podía seguir ocultandolo y estaba decidido a hacerlo, no se iría de tu lado hasta decirtelo. Igualmente tenía miedo de ser rechazafo y ser la burla porque él sabía que tarde o temprani todos se enterarían de su confesión, era South Park y los chismes volaban a la velocidad de la luz.

-Oye- habló, lo miraste en respuesta para que continúe, "A la mierda solo dilo, no pierdes nada pero podrías ganar mucho" se dijo a si mismo. Se animó a mirarte a los ojos, -A la mierda, me gustas y me gustaría que salgas conmigo. Está bien si no correspondes, puedes decirle a quien quieras, me importa un culo-

Tu corazón se aceleró ante sus palabras.

-También me gustas- hablaste sin titubeos

-No me jodas- él ya había roto el contacto visual

-Hablo en serio-

-Yo sé que las chicas son unas hijas de puta, espero que esto no sea una broma o algo así porque no quieres saber lo que haré- reíste, sabías que él era capaz de mucho pero en este momento sabías que sus sentimientis eran puros e intentana ocultar su miedo al rechazo con su fachada de malo.

Te acercaste aún más a él, al principio él se alejó por reflejo pero al conectar con tus ojos se quedó en su lugar. Sentía que le iba a dar un infarto, su corazón se aceleraba, se calmaba y luego se aceleraba de nuevo. Finalmente llevaste a cabo lo que tenías en mente, juntaste tus labios con los de él en un beso.

No era el primer beso de ninguno pero definitivamente se sintió cómo si así fuera, los nervios de no saber si siquiera lo estabas haciendo bien, donde poner las manos y además las chispas que sentían en su interior.

Al separarse, ambos estaban rojos.

-B-bien, ya entendí tu punto- habló él, lo único que pudidte hacer fue soltar una risita nerviosa, -Deberíamos ponernos a estudiar, realmente no entiendo nada historia- reíste pero está vez más fuerte

-Claro-

Sería una tarde larga, no sabían cómo concetrarse con la felicidad que los saturaba. De todos modos, estar juntos era suficiente a pesar de que podían reprobar si no estudiaban.