★ Un nuevo rumbo

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—Lily, cariño —mami me llama desde su habitación—, ven aquí amor, ya es hora de irnos.

Felizmente tomo mi pequeña mochila llena de peluches pasando ambas correas por mis hombros para sostenerla y por último, mi mantita de color rosa —amo mi mantita, mi mami me la compró con mucho amor y es muy calientita, así que no voy a ningún lado sin ella—. Antes de salir de mi habitación la contemplo por un segundo más.

—¿Lista? —mami se para detrás de mí, acariciando suavemente mi cabello, giro para poder verla a los ojos, tiene una sonrisa forzada, está triste.

—Mucho mami —dije con demasiada emoción—, ese lugar es muy bonito —le aseguro ya que me ha mostrado algunas fotografías. 

—¿Cuál es el nombre de ese lugar cariño? —esta vez mami sonrió, sinceramente.

—Mami —me hago la enojada, posicionando mis manitas en jarras—, sabes que no puedo decir su nombre, es muy... raro —arrugo mi nariz diciendo lo último.

La mujer alta de cabello rubio y ojos verdes ríe, sabe que no estoy enojada y que a mi también me causa gracia. 

—Se llama Hawkins —se coloca en cuclillas para estar a mi altura—, al lugar al que vamos se llama Hawkins.

Asiento con la cabeza mientras repaso el difícil nombre en mi mente. Al repetirlo tres veces me animo a decirlo en voz alta. 

—«Hawkins».

—Eso es cariño —me felicita alzando su mano para que la pueda chocar con la mía— ahora —se pone de pie— debemos irnos...

Mami subió las cajas con nuestras pertenencias al taxi que esperaba por nosotras, al cabo de unos minutos ya estábamos en camino, el auto avanza por la carretera, al principio solo se ve la carretera, después empezaron los lindos árboles uno tras otro, algunos son enormes. Después el bosque, que es hermoso pero por la noche estoy segura de que es aterrador.

Las primeras casas se avecinan, son mucho más grandes que en la que solíamos vivir.

—¿Es aquí mami? —le pregunto entusiasmada mientras miro por la ventana del auto.

—No mi cielo, pero estamos cerca.

Pasamos por todas las casas lujosas para después llegar a un lugar rodeado por el bosque, lleno de casas con forma extraña.
El taxi detuvo su camino en la calle principal de ellas. Mami baja del auto y yo la sigo, el señor que conducía nos ayuda a bajar nuestras cosas, mamá le da algo de dinero y regresa por donde vino, perdiéndose entre a calles.

—¿Y aquí? —Le pregunté curiosa.

—Así es, ahora está un poco...

—¿Fea? 

—Descuidada... —corrigió— pero verás que ambas podemos hacer que se vea muy bonita.

Mamá sacó las llaves y abrió la puerta. Sinceramente, por dentro... también es fea y huele mal.

—Llevará trabajo —dice suspirando.

—Mucho —Dije mientras me adentraba.

Mientras que mamá mete las cajas con nuestras pertenencias yo inspecciono: hay una pequeña sala al entrar, enseguida está la cocina del lado derecho con una barra quelas divide —la sala y la cocina—, siguiendo el corto pasillo está el baño, después dos recámaras, una de ellas es más grande y tiene una ventana de buen tamaño. Con curiosidad me acerco a ella elevándome con las puntas de mis pies para ver mejor, a través de ella se pueden ver las caravanas vecinas que están pasando el pavimento, detrás de ellas está el bosque.

You Belong With Me // Eddie Munson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora