★Amigos

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Después de un delicioso desayuno, mi mami salió en busca de un supermercado para comprar comida y de más, quise acompañarla pero no me dejo, dijo que podíamos perdernos y era más seguro para mi, estar aquí, al menos hasta conocer los alrededores. 

Distraída, como cereal de chocolate directo de la caja mientras veo un programa animado en el televisor. El sonido de alguien llamando a la puerta hace que me levante y la abra.

Al abrirla me doy cuenta de que  no es mi mami y que es un niño, más alto que yo con cabello de un color café muy obscuro casi negro, también es muy delgado, la playera negra que lleva le queda algo grande al igual que los pantalones. Pero eso no es lo que me llama la atención si no, sus ojos, que parecen estar tristes, y muy en el fondo está enojado. Son muy expresivos y muy brillantes.

—¿Eres sorda? —me pregunta en un tono asustado y molesto.

—¿Como? —le pregunto confusa.

—Dije, que... que mi tío les manda esto—. Me extiende una canasta con galletas.

Con que tu eres el supuesto sobrino del señor Munson...

—Oh, em, gracias. —Como pude la sostuve con ambas manos ya que prácticamente me las lanzó.

—¿Lily? —Detrás del niño malhumorado hablo mi mamá con bolsas en las manos.

El se giró y ambos le prestamos atención.

—Él es el sobrino del señor Munson y ha traído esto —Le muestro la canasta.

—Es un gusto —Le dice mi madre pero este no responde solo asiente con la cabeza—. Muchas gracias, ¿quieres pasar?

—No. —dice muy serio —tengo que irme.

No le dio tiempo a mi mamá de responder, el niño camina apresuradamente directo al bosque.

Ahí recordé lo que vi ayer...

Quizá sea el mismo niño.

—Es raro—le dije a mi mamá antes de entrar a la caravana.

Después de seguir ordenando el interior, llegó la noche, mamá preparaba pasta para cenar, yo jugaba en mi habitación.

—Lily —me llamó desde la cocina.

Cuando llegué, ella mira por la ventana de la sala.

—Cariño, ¿puedes ir a la caravana del señor Munson? —giró y me miró— quiero agradecerles por las galletas y por la bienvenida.

—Mmmmmm, okey —le dije caminando a la puerta— Ya vengo. —la abro y salgo dirigiéndome a la caravana de el frente.

Cuando llego toco a su puerta, como nadie responde, lo hago otra vez, esta vez abrieron enseguida.

—Mmm, Hola. —abrió el niño raro.

—Hola, em... ¿está el señor Munson?

—Si, pasa —. Me contesta serio, apartándose de la puerta. 

Cuando entro noto que esta caravana tiene básicamente la misma estructura que el de nosotras, solo que el espacio es un poco más grande.
Mirando por todo el alrededor al fin halle al señor Munson, estaba agachado mirando el refrigerador.

—S-Señor Munson —llamo su atención.

—Oh, Lily, ¿cómo estás? —se reincorpora con una sonrisa mirándome.

—Bien, gracias, am... mi madre dijo que si les gustaría acompañarnos a cenar... para... —¿Para que era? Mmm Ah si, si...— Para agradecerles la bienvenida que nos dieron.

You Belong With Me // Eddie Munson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora