CAPÍTULO CUATRO.

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🐺

Yoongi avivó el fuego con un atizador de bronce.

Apenas comenzaba la temporada como para necesitar algo de calor adicional, pero el estudio que había creado a partir de la antigua habitación donde su papá tenía un jardín al interior, estaba mal aislado y con corrientes de aire. También estaba lleno de libros, papeles desperdigados, bocetos y notas que había hecho en los últimos años, y que nunca supo cómo archivar. El mobiliario era bastante nuevo, comprado por sus propios ingresos con su primer cheque después de volverse profesor en Hankuk. El piso era de ladrillo y estaba cuidadosamente pulido, y las ventanas al fondo de la habitación, daban al descuidado jardín que había sido abandonado a la naturaleza desde la muerte de su papá.

Yoongi amaba su estudio, pero en este momento no era capaz de sentarse en el sillón de piel o en el amplio escritorio de madera. En su lugar, se paseaba frente al fuego, apoyándose en la cornisa de la chimenea de tanto en tanto para ver las llamas. Miró hacia Seokjin, quien estaba hundido en el sillón orejero de piel que ambos preferían, mientras giraba un vaso de whisky con una expresión pensativa. No podía ser más opuesto al chico que lo sujetó en la biblioteca: la mirada sensata y madura, contra la esperanzada y jovial de Jungkook, y cinco años mayor que Yoongi, mientras que Jungkook debía ser unos quince más joven.

― ¿En qué estás pensando? ―preguntó Yoongi, aunque estaba seguro de que lamentaría haberlo hecho.

―Es demasiado joven para ti ―dijo Seokjin suavemente, frotando una mano sobre la inexistente barba en sus mejillas. Yoongi recordó su firme trasero que había visto desnudo mientras se encontraba parado junto al lavabo en su propio baño esta mañana, rasurándose con la afilada navaja de afeitar que traía de ida y vuelta entre sus casas, según fuera necesario.

Yoongi suspiró. Iba a extrañar ver ese trasero.

― ¿Me escuchaste? ―preguntó Seokjin.

―Dijiste que es demasiado joven. ¿Desde cuándo eso importa con los Érosgápe?

―Siempre ha importado. Es por eso que se crearon los sustitutos.

Yoongi picoteó la leña con tanta fuerza que algunos troncos se movieron, levantando un remolino de chispas. ―En realidad no. Originalmente los sustitutos eran alfas como tú, que se quedaron solos por viudez y otras circunstancias. Fueron traídos para ayudar a omegas no emparejados durante sus celos.

Yoongi odiaba sacar a Hoseok a colación, el omega de Seokjin que había fallecido hacía mucho tiempo, incluso si fuera de manera indirecta, pero tampoco podía permitir que Seokjin negara lo que había sucedido ese día. Aunque fuera por miedo por él, o por un sentimiento de pérdida de lo que habían compartido durante casi diez años, no podían evitar la realidad.

Pero Seokjin no parecía afectado, limitándose a decir:

―O cuando un omega sufre de ninfomanía.

―Celo interminable ―corrigió Yoongi. ―La ninfomanía es un término anticuado en esto días.

Seokjin gruñó.

Yoongi tomó eso como acuse de recibo y continuó:

―Fue sólo después que los omegas fueron tomados como sustitutos cuando un emparejamiento "no apto" socialmente, ocurría con un Érosgápe ―soltó con desdén.

―O cuando un omega emparejado demuestra ser infértil ―corrigió Seokjin, obviamente decidido a pintar la subrogación como algo positivo.

―Sí, bueno, todo eso fue mucho después. Los tribunales simplemente se refirieron al precedente establecido por sustitutos alfa para aprobarlo.

Erõs - KookGi [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora