La flor de la paz {Sinbad y Tú}

Capítulo 2...Él es la respuesta

¡Hola mi Magis! :3

Aquí les dejo:

*-*-*-La flor de la paz-*-*-*

Capítulo 2...Él es la respuesta

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Veía a su hermana lloriquear con una sonrisa nerviosa.

Kougyoku había regresado de su viaje a Balbadd hacía menos de un par de horas, y apenas vio a su hermana mayor, se lanzó llorando a sus brazos.

Entre lo poco que pudo entender, supo que lo del matrimonio no iba a suceder al final, lo que tenía a la pelirrosa muy feliz, pues su prometido era un cerdo con ropa elegante. También la escuchó mencionar que quienes habían detenido todo aquello habían sido el tercer Príncipe de Balbadd, Alibaba Saluja, un niño mago llamado Aladdin, cuyo Djinn lastimó gravemente a Judar, y...el Rey Sinbad.

—¿El Rey Sinbad estuvo en Balbadd?—Pregunta Tn__ sorprendida.

—Sí. Estaba ayudando a esos chicos—Responde Kougyoku terminando de secarse las lágrimas—También...pude conocerlo en persona—Menciona llevando las manos a su rostro sonrojado con ilusión.

—¿De verdad?—Pregunta recibiendo asentimiento en respuesta.

—Es amable y también un caballero, además...es muy atractivo—Se tapa medio rostro con las mangas.

Al escuchar eso último, Tn__ la miró con preocupación. Ella no se enamoró de él apenas conocerlo...¿O sí?

Esto no es un cuento de hadas como los que solía contarle cuando era niña. Él no vendría por ella para llevarla a su reino, casarse y ser felices por siempre. Pero...¿Cómo decirle eso sin sonar como Kouen?

—"Olvídalo, me niego a sonar como ese chivo amargado"—Piensa entre enojada y fastidiada. Lo último que deseaba era terminar convertida en otro Kouen.

Le preocupaba esta situación con su hermana menor, pero la dejaría así por ahora. Esto no pasaba de un simple encaprichamiento. Tarde o temprano se daría cuenta de la clase de hombre que realmente era ese mujeriego de los siete mares.

Terminada la charla en la que la más joven le contó más a detalle lo poco que había visto, fueron a cenar y a comunicarle al Emperador lo que había sucedido en Balbadd. Luego de eso se fueron a descansar.

Unos días después llegó una carta para su majestad. Normalmente no le prestaba mucha atención a esas cosas, pues la mayoría eran propuestas de matrimonio para ella o sus demás hermanas -cabe destacar que ella las ha rechazado todas-, pero en esta ocasión fue diferente.

La carta en cuestión provenía de cierto reino isleño, y al enterarse, su corazón dio un vuelco. Necesitaba saber qué decía esa carta, y por qué el Rey Sinbad quería comunicarse con su padre. Pero sabía que sería algo difícil, pues cuando de ese hombre se trataba, Kouen hacía lo imposible para que ella no supiera nada...aunque no pudo hacer mucho para evitar que obtuviera su último libro.

—"Tampoco podrá hacer nada para evitar que sepa lo que dice esa carta"—Piensa con determinación viendo desde lejos a su hermano entrar en la sala del trono.

Esperó un rato hasta que Kouen salió y se retiró. Aprovechó esto para acercarse a las puertas corredizas fijando su mirada en ellas.

—Asuka, Kosho.

Dos chicas pelinegras se hicieron presentes a su espalda arrodillándose.

—¿Nos necesita?

—¿Princesa Kourei?