Distancia.

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Iván estaba desaparecido hacía días.

Entiendo que los dos tenemos cosas que hacer, y que capaz estaba un poco enojado por el helado de menta, pero podía contestarme un mensaje de los 17 que le había dejado. Parecía más un monólogo que una conversación entre dos personas. 

Y si, ya probé llamándolo. Fue lo primero que hice, pero tampoco hubo caso. No respondió ninguna de las 5 llamadas que le hice. ¿En serio me va a hacer ir a la casa y aclarar las cosas como personas adultas que somos? Que paja. 

Te odio Ivan, pensaba mientras buscaba el contacto de su mamá en mi teléfono y le escribía para saber si él estaba en la casa. A los minutos recibí un "No, pero pasa nomas que estoy adentro cocinando. Anduvo medio caraculico estos días ¿se pelearon?"

Ah, el chisme con la madre de Iván era buenísimo. Más cuando implicaba hablar de su hijo. Le respondí que ya iba, y que pusiera el agua a calentar. Esos mates no se iban a cebar solos. 

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-¿se enojó porque Tade fue a tu casa?- preguntó incrédula. 

-No sé, venía a preguntarle eso. No sé si lo que le molestó fue que cenamos sin él, o el helado de menta. Porque eso fue lo que me "recrimino"- hice las comillas en el aire. 

-Lo voy a mandar a trabajar a ver si se deja de enojarse de pelotudeces- revoleó los ojos y se levantó a apagar el horno.- ¿Te quedas a comer? Hice las papitas que te gustan a vos.- Dijo tratando de convencerme, y con esa propuesta no podía decir que no.- Iván ya viene, si queres esperalo en el cuarto así hablan tranquilos.- Solo le asentí, e hice lo que me dijo. 

Pronto caí en la tentación de tirarme en la cama de Ivan, porque es realmente la cama más cómoda del mundo, pero a los 10 minutos me aburrí y me dieron ganas de revisar su cuarto. ¿Estaba mal? Quizás ¿Se iba a enterar? Posiblemente no. Me di vuelta, boca abajo en la cama y con la cabeza colgando miré la parte de abajo del mueble. Pelusa, championes, algún que otro papel sin significado. Pf, que aburrido. Me giré y me senté, viendo que más podía chusmear. 

-¿Tendrá cajita de recuerdos?- pensé. Todos tenemos una, debe tener alguna en algún lado... Abajo de la cama no estaba y en el escritorio no lo veía. Que aburrido. ¿Seguirá teniendo mi remera favorita o ya la habrá tirado? Abrí el mueble, dispuesta a buscar la remera, y me topé con la bendita caja. La agarré y vi que tenía una foto de nosotros tres pegada en la tapa. Sonreí y pasándole un dedo por encima a la foto quise volver a ser esa nena que jugaba todos los días con sus amigos, y no se enojaba por pelotudeces. 

Abrí la caja, y encontré una carta de Iván pero no tenía remitente. Parecía una carta de ¿amor? Hablaba de como no estaba seguro si ella sentía lo mismo, pero que él estaba dispuesto a remarla, etc etc. Mi amigo es un romántico y no estaba enterada. Me salió una risita, y un milisegundo después un sentimiento de culpa me inundó. Es algo personal y se lo estoy revolviendo como si estuviera buscando ropa en un outlet. Que horror. Con razón se enoja conmigo. Puse la carta de nuevo en su lugar, tapé la caja y...

-¿que haces?- su voz hizo que me sobresaltara. Con las manos temblorosas dejé la caja donde estaba y saqué el primer buzo que vi. 

Sobre la marcha inventé que buscaba algo para abrigarme, pero por la manera en que las palabras salieron de mi boca creo que no lo convencí. 

Dejó sus cosas en el piso, y lo único que se escuchaba en el cuarto eran sus pisadas pasando de un lado para el otro, mientras que yo me había alejado de la caja y me había sentado en la silla del escritorio, mirándolo. 

-¿vas a estar mucho tiempo sin mirarme?- levanté la ceja.

-Ya agarraste el buzo ¿te vas?- 

-no seas tarado- en mi mente sonaba más suave de lo que salió. -¿qué te pasa? hace días que no me hablas, te llamo y no me contestas, tu madre dice que andas caraculico y encima vengo a hablar contigo para que no estés así y me hablas como el orto. Pelotudo.- Ya estaba hirviendo de bronca, y habíamos cruzado tres palabras. Buenísimo.

 Me ponía los nervios de punta que se hiciera el superado, encima sabe que me cuesta tragar el poco orgullo que tengo y venir a hablar con él cuando nos "peleamos".
 
-¿Le contaste a mi madre?- se quejó, y los dientes fueron a parar a su labio inferior con un poco de fastidio- Federica, no es tu amiga como para que le cuentes todo lo que te pasa ¿sabes?- dijo enojado. Todavía no aprendí a que no tengo que tomar en serio lo que dice cuando se enoja.

-Ya se que no es mi amiga, pero como el que sí es mi amigo se enojó por una idiotez, vine a hablar con ella. Porque él es tan inmaduro, que se ve que no puede levantar un dedo para contestar una llamada.- Quedamos los dos agitados de gritarnos.

El morocho se pasó las manos por la cara con exasperación y se sentó en la cama, quedando así con los codos apoyados en sus rodillas.- ¿No entendes que estoy muy quemado, y que no quiero hablar contigo ahora?- apenas un hilo de voz salió.

-¿y qué vamos a hacer? ¿dejamos que se te pase solo y seguimos como si nada, como siempre? ¿eso queres hacer?- seguí pinchandolo. Yo de acá no me iba hasta obtener lo que yo quería. 

-basta- 

-no, basta nada. te pusiste pelotudo por el helado ese de mierda...- 

-NO FUE POR EL HELADO, FEDERICA- exclamó- dios, no entendes.- se rió ya cansado. 

-Y explícame entonces, Ivan. No soy adivina, hermano.-

-Bueno ¿queres hablar?- asintió en el medio- vamos a hablar entonces














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Holaaaaa! Como están?💖💖💖

Perdón x desaparecer estos meses, estuvo complicado el bloqueo pero acá estoy de nuevo, contenta de traerles unos capítulos nuevos!

Espero que les guste mucho, se que ya pasaron varios meses sin señales de vida, pero si todo se da como espero se vienen actualizaciones mas seguido.

Gracias por esperar y x estar siempre preguntando, comentando y votando, eso motiva mucho a seguir la historia. Les mando un beso grande y espero que les guste el cap nuevo!

-Mica :)

𝗵𝗲𝗮𝗿𝘁𝗯𝗿𝗲𝗮𝗸 𝗴𝗶𝗿𝗹 | 𝘀𝗽𝗿𝗲𝗲𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora