《VIGILANTES》 || °•MHA x KNY (AU)•°

🌙~un brillo tenue, como la luz de la luna~🌙

Ochako Uraraka era una estudiante de la U.A..

Era una estudiante dulce, atenta, enérgica y comprensiva. Tenía un gran cariño hacia sus amigos y familia. Esos eran unos de sus principales motivos para seguir luchando.

Ha pasado un tiempo desde que el incidente en el epicentro de la ciudad sucedió. La mitad de la clase 1-A había sido castigada, menos Uraraka y otros. Ella decidió quedarse en las instalaciones de la academia.

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Pronto sería el cumpleaños de su hermano mayor, Ryūnosuke.

Su hermano había nacido sin un quirk, pero siempre se esforzó por protegerla, aún cuando este era acosado por no tener una particularidad como ella. Ryūnosuke siempre fue una persona atenta con ella, aunque tenía un temperamento un poco irritable.
Hace poco, su hermano regresaba del extranjero. Él y su equipo no habían podido clasificar a la final del torneo de Voleibol, pero en sus palabras no estaba triste por eso. Más le preocupaba sus padres y la situación que Japón estaba pasando.
Hace 1 semana había vuelto, pero Ochako no había podido reunirse con él.

Su madre tampoco estaba bien. Estaba en la última etapa de leucemia, y no había esperanzas de que sobreviviera 2 meses más.
Ochako recibió esta noticia de su padre, por medio de una carta, pues su celular estaba en reparación.

Su mente estuvo vagando en esa noticia de aquella mañana, hasta que su mejor amiga la sacó de su cabeza.
Tsuyu fue una de las primeras con las que Uraraka había intimado fuertemente, y le tenía un gran cariño.

— ¿sucede algo, Ochako-Chan? — Tsuyu estaba sentada detrás de su amiga.

— ah, Asui-Chan...emm...— Ochako apenas pudo sonreír al verla.

— Parece que recibiste una mala noticia. ¿Puedo saberla? Claro, solo si tu quieres decirme — Tsuyu se levantó de su asiento y se dirigió hacia Uraraka, quien estaba cabizbaja.

— ...es sobre mi madre, empeoró...Los doctores dicen que tal vez no pase de este mes...— Uraraka no quería, pero sus ojos se llenaron de lágrimas que empezaron a caer sobre sus manos y las de Asui.

Asui no era la mejor consolando, por lo que optó por abrazarla. Dicen que los abrazos expresan más que mil palabras.
Iida, al entrar al salón, se preocupó demasiado.

El resto de las clases, Uraraka estuvo metida en su cabeza.
Estaba feliz de que su hermano haya regresado, pero a la vez se sentía terrible por su madre. No quería perderla. No tan rápido.
Quería que viviera para darle una mejor vida, un mejor tratamiento, que le permitieran que viera a su siguiente generación.

¿Porque no se dio cuenta antes? Hubo incontables pruebas de que la salud de su madre estaba mal desde hace años, pero ella siempre le decía que todo estaba bien o "mamá estará mejor mañana". Mamá esto y mamá o otro.
Se sentía culpable de que pudo haber prevenido de alguna manera esa amenaza a la salud de su madre, pero no lo hizo porque era una niña. Era ingenua y creía todo lo que mamá y papá decían. 

Por la tarde, en los dormitorios, apenas hablo con sus compañeros.
Hasta ahora, los únicos que sabían sobre la condición de su mamá eran Iida y Tsuyu, nadie más.
Sin darse cuenta, se quedó sola con Izuku en la sala. Se entero después de que Izuku le haya preguntado si podían salir un momento. Aceptó sin pensarlo mucho.

— Uraraka-Chan, paso algo malo ¿no es así? —

Uraraka se detuvo a medio camino al escuchar tales palabras. Se había esforzado por no mostrarse tan decaída, pero Deku se había enterado ¿Iida o Tsuyu le contó? No, ella había pedido gran discreción sobre el tema. Ella confiaba en que no lo contarían a nadie, nisiquiera a su diario.
Entonces ¿Izuku se enteró por su cuenta?