Dragon's

03

—Los declaró marido y mujer, puede besar a la novia.

La celebración llegó, los dragones a cargo de importantes puestos cantaban ,bailaban y bebían en celebración de la unión de la joven pareja.

Más sin en cambio ellos,cada uno había huido lejos de aquella fiesta. Karina estaba en su habitación, la misma que días atrás había sido vaciada en su totalidad, ese día sería la última noche que pasaría pues en unas horas el viaje a la manada del fuego se emprendería.

Los toques de la puerta la hicieron prestar atención.

Su hermano Jungkook se asomaba con cautela.

—¿Estás bien? Mamá pregunta por ti.

—Lo estoy...¿Que haces aquí?

—Solo quería verte—paso a la habitación caminando lentamente hasta sentarse cerca de ella, su ropa era la típica de su aldea así que era bastante esponjosa pero sin estorbar lo que le permitió a su hermano acercarse tanto para abrazarla—Perdon por no ser él mayor.

—No te disculpes, no es tu culpa... Jungkook encuentra el amor, por lo menos te puedo ayudar con eso, no tendrás que casarte con nadie que no ames.

—Hay alguien...

—Entonces más adelante cásate, estarás a cargo de la aldea pero siempre que me necesites estaré para tí.

Con esas simples palabras él joven hombre soltó sus lágrimas sintiendo un vacío internó por perder a su hermana,la única que siempre vio por él aún si su presencia se mantenía oculta.

—No llores... estaremos a un día de distancia, incluso menos ,tu dragón es bastante veloz.

—No me dejes.

—No lo haré, puedes ir cuando quieras y vendré muy seguido a verte... incluso puedes ir a mi escondite y esperarme ahí.

—Te quiero Karina.

—Y yo a ti hermanito.

Las bodas hacían surgir los sentimientos más ocultos de las personas allegadas a los novios, y más cuando aquellos seres se sentían en deuda con ellos.

—Todo estará bien...

—¡Karina! ¡Karina sal ahora mismo! Es hora de que te vayas.

—Llego el momento —se levantó con ayuda de su hermano,tomo su rostro entre sus manos limpiando los rastro de sus lágrimas, se puso de puntillas solo para besar su frente —Deseame suerte.

—Adios.

Deslizó su mano pasando por los brazos de él hasta llegar a la suya, la tomo con fuerza mirando la unió de estás y después salió de su habitación con un nudo en su garganta.

—Por que siempre haces lo mismo—su madre golpeteaba su brazo con la palma de su mano—Te dije que te comportaras.

—Lo siento mamá...

—Ay cariño...se que difícil y lamento que tengas que pasar por algo así.

—Esta bien, yo lo sabía.

—Ven aquí —apreso entre sus brazos a su hija, pero ella seguía sin poder llorar, al separarse su madre tomo una de sus manos caminando con ella hasta la salida siendo seguidas por Jungkook,este tomaba distancia pues aún no dejaba de llorar.

—Hija mía, estoy muy orgulloso de tí.

Para ellos era un honor desposar a su joven hija con uno de los dragones fuego pues a estos se les conocía por ser tan valientes dando su vida por cuidar a los suyo y más si era su pareja,sea o no sea destinada.

Los primero en irse fueron los padres de su ahora esposo, enormes bestias con colores llamativos negro con dorado y negro con violeta, las bestias dieron un vuelta por las tierras del agua antes de sellar la unió con una llama poderosa alumbrando los oscuros cielos, un rugido se escuchó por última vez antes de perderse por los cielos.

SeokJin al igual que sus padres se posicionó en el punto de partida, quitó su ropa quedando solo con sus pantalones y volteó esperando a Karina, está miro una última vez a su familia.

Se colocó a lado de él y de misma forma de despojó de su ropa quedando solo con una pequeña falda y un top.

El primero en mostrar sus escamas fue SeokJin, este de manera inmediata dejo a la vista su dragón después de saltar, la bestia al igual que sus padres el color negro lo cubría casi en su  total más los tonos rojos como el fuego mismo pintaba su cuerpo con elegancia.

Karina soltó el aire intentando tranquilizarse, dejo mostrar sus escamas ,azules intensas, corrió hasta saltar y de forma inmediata su dragón salió, un azul colorido con toques blancos pintando la.

Sin duda ellos representaban sus aldeas en todos los sentidos.