Dragon's

01

Sonrisas falsas y un humor claramente fingido.

—Vaya suerte tengo...la cachorra tenía que aparecer.

—Si no fuera por tu culpa yo estaría viviendo felizmente con Minhyun.

—Si hubiera sabido que estaría atado a ti por toda la eternidad... hubiera mandado a los lobos por tí.

Él se acercó a ella tratando de intimidar la más no lo consiguió.

—¿Lobos? Vaya...¿tan débil eres que los lobos son tu único recurso?

—¿Que?

—Avecita...no me molestes con tus estupideces, tus lobitos no están a mi altura y tú menos, que esto se de no me tiene feliz, si por mi fuera te arrancaría el cuello de un mordisco solo para verte morir.

—Karina , SeokJin vengan aquí, el pueblo los quiere ver.

Él hombre de hombros anchos tomo su mano entrelazando la con la suya, creando solo así una tensión de malos sentimientos.

Antes de mostrarse juntos ante los aldeanos sus mejillas se alzaron con enormes sonrisas impulsando las.

Los gritos y aclamaciones llegaron a sus oídos, muchos gritaban dejando en claro que ellos dos se veían muy bien juntos ,pues su clara diferencia era notoria, pues la palidez y hermosura de Karina era acompañada de una tez acaramelada, con ojos grises y cabello negro con las puntas blancas, al igual que ella en su cuerpo estaban los tatuajes correspondientes de su aldea.

Ellos eran el Yin y yang, polos opuestos y con un odio claro.

—Sonrie cachorra... disfruta de esta atención por qué nunca más la obtendrás.

—Cállate imbécil.

—¡Hoy tengo el orgullo presentar al nuevo integrante de la manada Sang... él príncipe heredero Kim SeokJin de la dinastía Kim.

Eufóricos estaban todos, la aldea Kim estaba ahí junto a su pueblo, todos estaban felices de la unió esperada de los jóvenes príncipes dragones menos ellos.

Un odio que surgió por mal entendidos y situaciones extrañas, los llevo a no poder mirarse sin insultar se mutuamente.

SeokJin avanzo aún tomando la mano de Karina, volteó su rostro para verla a la cara y con una sonrisa trajo hasta él su cuerpo rodeando la de la cintura.

—Disfruta lo, por qué será el último cachorrita.

Un beso inesperado dejo a todos sorprendidos, él con sus manos en su cintura fueron bajando hasta su cadera dejando las quietas cerca de sus glúteos, un beso intenso dónde sus pensamientos les decían que se alejaran más sus cuerpo se mantenían unidos sin querer alejarse.

Fue su primer besó y fue suficiente para confundir a su mente más no a su dragón.