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—Buenos días.
Saludo sentándome de mal humor. Anoche no dormí nada, me la pase vomitando. Ahora estaba cansada y tenía un largo día por delante. La escuela había empezado hacía ya dos meses y nunca estuve tan estresada en mi vida. Me estoy esforzando por obtener buenas calificaciones y las tareas de prefecta me agotan. Sumándole el hecho de que el Señor Tenebroso había vuelto y mis padres eran mortifagos ejemplares que probablemente querían que me uniera a ellos.
La guerra me asustaba, pero formar parte del bando equivocado me asustaba todavía más. Estaba segura del lado del que quería estar, pero no sabia si sería posible. Viendo a mis amigos en la misma situación me angustiaba y preocupaba. Especialmente Draco, quien últimamente se veía más cansado que de costumbre.
Alejo esos pensamientos decidida a desayunar. Ya tendría tiempo para preocuparme más tarde.
—¿Te peleaste con la almohada, Rosier?
—Cierra el pico, Nott —le lanzó una mirada fulminante y me dispongo a comer.
Hoy al ver la mermelada me dan ganas de agarrar una gran cucharada y comérmela toda sin parar. En realidad es extraño, ya que no me gusta, pero tomo una tostada y la unto lo más posible con la mermelada de fresa.
—¿Estas comiendo mermelada? —Draco me cuestiona extrañado.
—Si, ¿Te importa? —contesto seca.
Respira Nic, respira. No te desquites con ellos.
—Es que no te gusta —Beck me mira rara.
—Pues ahora me gusta, ¡¿cual es el maldito problema?!
Bueno, no funciono.
—Tranquila, fiera —Nott me mira molesto—. Te estaban preguntando, no tienes que ser una perra todo el tiempo.
Ahora con más mal humor me levanto, no sin antes comer una cucharada de mermelada y agarrar mi tostada, me voy al aula de Pociones.
•••
—¿Alguien me puede decir, cual es esta poción? —el profesor Slughorn pregunta.
Hermione a mi lado levanta la mano.
—Si, señorita Granger.
—Es Varitaserum, señor.
—Muy bien, ¿puedes contarnos para que sirve?
Me distraigo de la clase, aburrida. Todos sabemos para que sirve. Miro al rededor hasta que mi mirada choca con la de cierto castaño insoportable. Me pongo a pensar en la noche de la fiesta. Nunca hablamos del tema y no se lo contamos a nadie, no se repitió y juramos que nunca se repetiría. ¿Mentiría si dijera que en realidad si me gustaría que pasara de nuevo? No, pero todos sabemos que no es posible. No nos podemos llevar bien y eso nunca va a cambiar. Aunque en realidad... no te tienes que llevar necesariamente bien con alguien para tener sexo ¿verdad?
