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Me levante más positiva que nunca. Hoy estaba contenta y me sentía preparada para lo que el día me deparará.
Me siento en la mesa de Slytherin con una sonrisa y saludo a todos a mi alrededor, incluyendo a Astoria y Pansy, quienes no son de mi agrado en lo absoluto. Ellas me miran con desagrado pero no me importa, me dispongo a desayunar.
—Buen día —Nott llega y saluda seco.
—Buen día —saludo aunque esta vez sin una sonrisa.
Tampoco estaba taaaaaan contenta después de todo. Todo tiene límites, y Nott era el mío.
—Rosie —Draco me llama—. Vendrás al partido ¿verdad?
—Claro que si —sonrió.
Nunca me he perdido un solo partido de mis amigos en mis seis años en Hogwarts. Mi respuesta parece aliviar al sangre pura que sigue revolviendo la comida con su tenedor, sin realmente ingerir nada.
—¿Por que no comes? —frunzo el ceño.
—No tengo hambre —fuerza una sonrisa que si tal vez no lo conociera como lo hago, creería.
—Draco, come —ordenó sería.
—Pero...
—Pero nada —lo interrumpo—. Come. Ahora.
Agacha la cabeza y comienza a comer el desayuno sin decir una palabra más.
Estoy preocupada por el. Puedo notar cómo está más flaco, está siempre cansado y con ojeras. Dije que no lo presionaría para que me cuente lo que le sucede, pero tampoco lo dejare deteriorase de esa manera.
—Pobre de lo que le espere a ese niño —susurra Beca en mi oído.
Suelto una pequeña risa y miro al frente, donde el padre está sentado. No obstante, no está solo. Pansy Párkinson está colgada de su cuello mientras susurra cosas en su oido. Frunzo el ceño ante la escena pero rápidamente relajo mi semblante.
Recuerda, Nicki, hoy va a ser un buen día. Todo saldrá bien, y le contarás a Theodore que llevas a su hijo en tu vientre.
•••
Las gradas estaban llenas de gente. Era un partido clásico, Slytherin contra Gryffindor, y nadie se lo quería perder.
Pego un codazo a un chico que me empuja y le tiro una mirada amenazante, que parece asustarlo porque sube unos metros para alejarse. Ahora habiendo logrado mi cometido, me acomodo más cómoda en mi asiento.
—¿Entonces hoy le dirás a Nott?
—Eso planeo —le contesto a Beca—. Espero que reaccione bien.
—No te preocupes, si es necesario le romperé su estupida cara.
