DESEOS || Aki Hayakawa

16

Habían pasado unas dos horas y Naoko todavía seguía afuera de su casa.

Paso por todos los lugares, desde parques, puentes, hasta el lugar donde estaba ahora, un bar.

Ya había probado el alcohol anteriormente y se prometió a ella misma de nunca más volver a hacerlo, pero su deseo de borrar el dolor en su pecho era más fuerte.

Tanto así que eso la llevó a tomarse unos cuatro tragos, para caer en una borrachera intensa, aunque sin conseguir poder olvidarse del peli azul.

"Soy patética..." pensó la peli rosa, bebiendo de una la cerveza que hace un rato el barman le había traído.

Era vergonzoso ver en la situación en la que estaba ella, y más sabiendo que es un demonio. Estaba segura de que cualquier demonio o poseído que la viera en este momento, se burlaría de ella en su cara.

Aunque no siempre eran los demonios los que se burlaban de ella, ya que al parecer el peli azul lo estaba haciendo desde el principio de su relación

"¿Quién me mando a enamorarme de un idiota?" dijo en voz baja, acostándose en la barra.

Naoko saco de su bolsillo el lazo rojo que quería darle al mayor pero que por la discusión se le paso por completo.

Ella lo miraba, recordando la gran sorpresa que le había dado él al llevarla a ese maravilloso lugar y todas las actividades que habían hecho juntos esa noche.

¿Acaso eso también era mentira?

"Si" se respondió ella misma al instante.

"Quizás deba tirarla, después de todo... para él es basura" pensó, aun mirando la pulsera.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando un pedazo de papel se mostró ante sus ojos, haciéndola levantar la cabeza

"Aquí tienes la cuenta" hablo el barman, tirándole el pedazo de papel en la cara.

"Yo no pedí ninguna cuenta" dijo la peli rosa,  tirándole el papel de regreso.

El barman volvió a tomar el ticket y lo estampó contra la barra, logrando que la femenina diese un saltito por el repentino movimiento.

"Me da igual, paga y vete" soltó seco el hombre.

Naoko frunció el ceño ante como le hablaba ese hombre, ¿Quién se cree que era para hablarle así?

Con todas sus fuerzas, ella se separó de la barra, sentándose correctamente en la silla y tomó su jarra vacía, que anteriormente contenía cerveza.

"¡No quiero irme... quiero más cerveza, sírveme!" exigió la chica, señalándole la jarra y la botella que tenía el señor en la mano, que usaría para otro trago.

"Mis clientes se están yendo por tu culpa demonio... así que vete por las buenas o llamare a seguridad pública para que se deshaga de ti" amenazó el hombre, con intenciones de asustarla.

Tal vez era el alcohol o el hecho de que Naoko no estaba pasando una buena noche, pero las ganas de asesinar enfrente de todos a ese hombre solo por el hecho de llamarla "demonio" estaban aumentando cada vez más.

La chica se fue acercando al hombre, decidida a darle el peor final para su vida cuando una voz la interrumpió.

"¡Ah Naoko aquí estas! pensé que te había perdido" dijo un chico peli negro de manera amable.

Naoko miro con el ceño fruncido al chico quien la tomo de los hombros de forma cariñosa.

"¿Quién mierda es este idiota?" pensó la peli rosa confundida.