October Diary | byler

Halloween🎃

A Mike le costó conciliar el sueño ( bueno, no fue él único... ), tenía demasiados pensamientos en su cabeza, como:

Ya es Halloween...

¿Qué le diré a Will?

¡Ya quiero usar el disfraz!

Como reaccionara Will...

¿Me tocaran mis dulces favoritos?

Mi amistad con Will se arruinara...

Will. Will. Will.

Ya se encontraba desayunando, cuándo su mamá le vio la cara le dijo: "Parece como si solo hubieras dormido una hora."

Mike casi le afirma lo que dijo.

Casi.

No sabía ni que ponerse a hacer mientras esperaba que fuera hora de ir a casa de Will.

Aunque bueno, podía intentar dormi-

—Michael, tú padre y yo saldremos a hacer unas cosas. Mientras, cuida de Holly.

O le tocaría cuidar a su hermanita.

Adiós idea de dormir...

La menor de los Wheeler le mostró una sonrisita a su hermano mientras gritaba de la emoción: "¡Siii, vamos a jugar a mí cuarto!"

Mike rodeó los ojos pero igual cuando Holly se acercó a abrazarlo la rodeó con su brazos correspondiéndole el abrazo.

...

—Maxine. Tienes 10 segundos para explicarme que carajos es esto. —entró Billy furioso al cuarto de su hermana con un frasco de shampoo entre sus manos.

La pelirroja levantó la mirada de su revista y se empezó a reír automáticamente.

—¿De qué te vas a disfrazar?, ¿De la pantera rosa?

—Max. No es gracioso.

—Aunque te faltaría la cola y unos bigotes...

—¡Max! —sus ojos irradiaban ira.

—No tienes pruebas de que haya sido yo. —levantó los hombros sin preocupación.

—¿Ah, no?, ¿Quién tuvo mechas de color rosa el mes pasado?

—Mmm... —se empezó a acariciar el mentón fingiendo que buscaba la respuesta a ésa pregunta-No recuerdo la verdad.

Antes de que Billy pudiera decir algo más, llego la madre de los chicos a advertirle que nada de discusiones.

De paso se burló del cabello del chico ocasionando que él se sonrojara fuertemente.

Aunque ya tenía desde antes la cara roja por la rabia.

...

—¿No hay nada que quieras contarme? —preguntó Jonathan.

Will lo miro cuidadosamente.

—¿No...?

Siguió desayunando tranquilo.

—Anoche te escuché hablando con alguien...

El castaño casi se atraganta con los panqueques.

—¿Y tú que haces de chismoso escuchando mis conversaciones? —le pregunto mientras fruncía el ceño.

—Will. Ojo con como le hablas a tu hermano. —le recriminó su madre—...Aunque si, ¿Con quién hablabas tan tarde?

Will decidió que no iba a poder desayunar en paz.