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La oscuridad siempre había sido de los mayores miedos de TK, sentir esa sensación de debilidad por no ver absolutamente nada a tu alrededor, te sientes tan vulnerable que cada parte de tu cuerpo tiembla por la mínima sensación, cada sonido que se logra percibir se convierte en retumbos en su tímpano que causan espasmos de miedo por todo su cuerpo.

Notaba como en sus muñecas estaban sometidas a una cuerda, ya que al intentar moverlas se quemó con está, al igual que sus tobillos, sus ojos estaban cubiertos por cinta americana que le evitaba la vista, pero por su respingada nariz lograba distinguir ese olor tan... ¿De viejo?, ¿Era esa la palabra?, Pero con tan sólo ese olor se imaginó que estaría en alguna casa abandonada y en una habitación destrozada y antigua.

Estaba sobre el polvoriento y frío suelo del "cuarto", con su estómago rugiendo por comida y su garganta suplicando una mínima cantidad de agua, y eso no le entusiasmaba, significaba que lo más probable es que llevara horas allí.

¿Qué pensaría Carlos?

Fue lo primero que se cruzó por su cabeza, que poco a poco intentaba recordar lo sucedido, pero sólo veía fragmentos aleatorios que no le daban ninguna pista de lo ocurrido.

—¿D-dónde estoy?—Tartamudeó con un vacío en su barriga, tenía miedo, y por más que intentó que su voz sonara fuerte y no quebrada, TK no pudo ocultar su notable miedo hacía lo que sea que estuviera pasando.

Un carraspeo.

Y todo su cuerpo perdió la fuerza que a duras penas lo mantenía sentado, los recuerdos comenzaron a aturdirlo de una manera dolorosa que solo le provocaba leves sollozos. No quería llorar, no podía mostrarse débil otra vez, pero de tan sólo pensar de quién venía ese carraspeo, todo su cuerpo lloraba interiormente, fue como reavivar los golpes con tan sólo un sonido, como si se repitiera cada puñetazo y impactara contra su cuerpo nuevamente.

Volvió a sentir sus gritos resonando en su cabeza una y otra vez.

"¿Acaso no sabes hacer nada, idiota?"

Un golpe.

"Abre las piernas, ¿O prefieres que lo haga a la fuerza?"

Dos golpes.

"Sólo será una dosis, TK, ni se te ocurra desobedecer o te juro que volveré a romperte la nariz y si me aburro mucho, quizás una costilla o algo que realmente te duela, es algo excitante ver cómo te retuerces de dolor y lloras como el marica que estás hecho."

Tres golpes.

Intentó frenar aquellos recuerdos involuntarios pero le era imposible no volver a aquellos tiempos en el se veía simplemente como un saco de boxeo y un juguete sexual que solo servía para saciar el deseo de su pareja.

—Te ves lindo así... Amarrado y sumiso ante mí.

Esa voz.

Esa maldita voz que cogía su corazón y lo martillaba cientos de veces hasta que no pudiera respirar, hasta que ya no le quedaran más lágrimas que derramar, esa voz que le hacía querer desaparecer del mundo, y ahora deseaba haber muerto en aquella sobredosis.

—Alex...—Pronunció sin energía.

TK ya se había empezado a hacer a la idea de lo que sucedería las próximas horas con su ya debilitado cuerpo, tragó saliva, preparándose mentalmente para ser violado y golpeado hasta que Alex se aburriera y realmente rezaba que le matara después de cansarse.

Pero Alex jamás se cansaba.

Si había un dios allí arriba, le estaba pidiendo que se llevara su vida lo más pronto posible, a lo mejor soportaría un par de violaciones bruscas o golpes fuertes, total, no era nada que no hubiera vivido antes, pero no aguantaría más de un día.

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⏰ Última actualización: Jun 13 ⏰

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