ᵐⁱ ʰᵉʳᵐᵒˢᵃ ⸙ 𝑫𝑬𝑰𝑫𝑨𝑫 「𝙺𝙰𝙸𝚂𝙰𝙶𝙸」

─── ⸙ ⋅✦𝙽𝚞𝚎𝚟𝚘 𝚑𝚎𝚛𝚎𝚍𝚎𝚛𝚘✦⋅ ⸙ ───

Cumplió lo prometido y llegó a tempranas horas al castillo de sus reyes. Al llegar el rubio observo que todos aquellos que lo veian pasar frente suyo, empezaron a arrodillarse sin decir nada, no le toma importancia y sigue su camino hasta llegar a la sala real.

──Mis majestades, e venido hasta aquí como os prometí.── llego frente a los gobernantes y se arrodillo ante ellos, en muestra de respeto

──Levántate Kaiser, ya no tienes que hacer eso.── la voz de la reina salía tan calmada

──¿Eh?── su rostro mostraba mucha confusión e incluso impactó ante tales palabras

──Kaiser, toma esto, queremos verte afuera después que te vistas correctamente.── el rey habló dando esas órdenes

──Vístete y vienes dónde siempre nos escoltas.── ordenó su majestad, la reina

Ambos reyes se fueron sin decir más, dejando muy confundido al caballero.

──Cómo ordené su majestad.── susurro, con una extraña mueca en su rostro

Se fue hasta un lugar más privado a vestirse, se confundió más, al notar la clase de ropa que tenía que vestir. Eran ropas de la nobleza.

Sin contradecir nada más, se vistió rápidamente y salió a paso veloz, no quería molestar a su señoría.

Corrió lo más rápido y mejor que pudo, era difícil correr cargando esas pesadas prendas y llevar consigo una larga capa que incluso la llevó arrastrando. Se sentía ridículo.

──E venido.── anunció al llegar al frente, junto a aquella pareja real

──Kaiser.── ambos reyes se giraron a verle y sus miradas mostraban muchas cosas que el no comprendía

Trago saliva, sentía una pesadez en su corazón, sentía que vendrían malas noticias.

──¡Pueblo mío!── grito el rey, frente a todos aquellos ciudadanos de ahí ──Hemos encontrado a nuestro gran sucesor, ante ustedes tienen al próximo gobernador.── hizo una breve pausa ──Ante ustedes, el grandioso Kaiser.── grito

──¡Viva el rey Kaiser!── continuo su majestad, la reina

Todo el pueblo grito de alegría, para ellos significaba el retiró de aquellos dos reyes egoístas. ¿Rey? Era muy poco para aquel joven, el quería mucho más poder, tanta avaricia lo llevó en mal camino.

Todo el pueblo gritaba de alegría, menos los nobles, ellos estaban llenos de odio hacía aquel sucio caballero.

Las puertas del palacio se abrieron, los gobernantes habían anunciado oficialmente quién era el sucesor, pero aún falta oficialmente la coronación de aquel que sería rey.

Todo el mundo entró a aquel lugar, verían en primera fila como era coronado un nuevo rey, no se veía eso durante unos largos años, hasta ahora.

──Vamos Kaiser, vamos a la sala principal, ahí se celebrará tu coronación y te dare mi corona.── el rostro del rey mostraba mucha emoción

──Vamos jovencito.── la reina empujó suavemente al rubio, para que empezará a caminar

La pareja se llevó a rastras al menor, quién no se quejó ni nada, no salía de su trance.