Libro 4: La estrategia del emperador. [BL]

☆Capítulo 5: Desorden en el palacio ☆

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Para ir de su posada a la capital, aunque se cabalgue día y noche, se tarda medio mes. Los caballos enganchados al carro eran únicos: tras un golpe de látigo, corrían como si volaran. Al comienzo del viaje, Duan Yao insistió en viajar en el carruaje, pero después de golpearse la cabeza contra las paredes varias veces, tuvo que olvidarse del brasero caliente y viajar junto con los demás. Hacía mucho viento en las montañas, sintiendo que sus mejillas y su nariz se ponían rojas. Sus orejas casi se congelaban, y volvió a regañar a Duan Baiyue en su mente.

Si su Shifu alguna vez vuelve a la vida, ¡tendrá que insistir en que se lleve a su hermano mayor con él!

Esta primavera, el frío duró mucho tiempo. Los sauces florecían, pero el aire seguía siendo el mismo frío. Los puestos callejeros que vendían productos calientes para el desayuno eran populares. La gente entró en calor nada más comiendo un plato de deliciosas gachas que vendían allí. Duan Yao se limpió la boca, pagó la comida y regresó al barrio de Jinxiu [1] donde el Rey del Suroeste había triplicado el lugar de encuentro secreto. El establecimiento se llamaba "Mingzhe" y parecía una tienda textil ordinaria. El nombre del comerciante era Zou Man, su nuera había sido la niñera de Duan Baiyue. Se instalaron en la capital hace unos diez años.

"Tío Zou", lo saludó Duan Yao, sosteniendo un pastel en sus manos. "¿Dónde están los demás?"

"Están en el estudio", Zou Man bajó la voz. "Su Alteza Duan parece estar descontento por algo, por lo que es mejor que el Joven Príncipe tenga cuidado."

'¿Estás insatisfecho otra vez?' Duan Yao estaba desconcertado. 'Al principio, se apresuró a Wang Cheng, y ahora que finalmente habían completado su difícil viaje, ¿no debería alegrarse por esto?'

"¿El Joven Príncipe los compró para el Rey del Suroeste?" Zou Man volvió a preguntar. "Este panqueque es bastante bueno, si se come caliente, será más sabroso."

"No, mejor dáselo a la tía Zou, no quiero terminar en una situación desesperada", Duan Yao le entregó resueltamente los panqueques. Es mejor evitar aquellos problemas que no le conciernen directamente.

"¡Oye! ¡oye!, Joven Príncipe Duan, ¿a dónde vas de nuevo?" Zou Man lo llamó.

"¡Iré a dar un paseo!" Duan Yao saltó a la copa del árbol en un abrir y cerrar de ojos y saltó a través de la pared hacia el exterior.

Cuando Zou Man vio esto, le dolía la cabeza. El Rey del Suroeste había dicho que esta vez vinieron a escondidas. Si alguien ve al Joven Príncipe Duan, habrá problemas, después de todo, esta es la Capital Imperial donde vive el Emperador.

A pesar de que Wang Cheng era una gran ciudad, Duan Yao no era de los que disfrutaban de las vistas y la belleza. Después de deambular un poco por las calles, notó una casa de empeño llamada "Hongyun".

'Tienda de empeños Hongyun... ¿es aquí donde se aloja Sha Da?' Duan Yao miró a su alrededor y vio que no había guardias en el lugar. Luego se coló en la casa de empeños por la entrada de los sirvientes. Había muchas gallinas vagando por el patio.

Duan Yao: "......"

Al ver cómo alguien perturbaba su paz, las gallinas decidieron que era hora de alimentarse y corrieron hacia adelante, cloqueando ruidosamente. Duan Yao se maldijo a sí mismo sin parar, pero luego escuchó que alguien se le acercaba.

"Ves, las gallinas sólo tienen hambre", cuando se abrió la puerta de madera, entraron dos hombres, uno delgado y el otro regordete.

"Ahora es un asunto completamente diferente. Tenemos invitados, mejor tenga cuidado", dijo el hombre delgado. "Si tenemos cuidado, podemos pasar desapercibidos."