Libro 4: La estrategia del emperador. [BL]

☆Capítulo 96: En vísperas de la Gran Guerra.☆

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"Por aquel entonces, viajé dirección norte con mi padre, al reino de Gao Li, y no pasó mucho tiempo de mi regreso al suroeste cuando noté que había perdido el anillo." Duan Baiyue dijo: "Realmente lo llevaba conmigo y cuando me di cuenta de que había desaparecido, di tres o cuatro vueltas en toda la ciudad de Dali, pero nunca volví a encontrarlo."

Chu Yuan frunció el ceño: "¿Por qué no me lo has dicho antes?"

"Tenía miedo de que te enfadaras." Duan Baiyue dijo honestamente: "Durante tantos años, lo he estado buscando."

Chu Yuan dirigió una mirada hacia la mesa.

Duan Baiyue continuó: "Tal vez alguien ha robado mi identidad y se está haciendo pasar por mí en el suroeste, o tal vez Li Que está mintiendo, y en cuanto a cuál es el propósito, definitivamente lo averiguaré."

"¿Qué pasa con la guerra?" preguntó Chi Yuan

"La guerra debe ser lo más importante." Duan Baiyue besó su mano, "Así que tienes que darme tiempo, este asunto es un poco extraño, permíteme volver y resolverlo, en cualquier caso, pase lo que pase, te daré una explicación."

Chu Yuan dijo: "¿Quieres que lleve a Li Que al Mar del Este?"

"Si ese es el caso, será lo mejor", dijo Duan Baiyue.

Chu Yuan le dirigió una mirada.

Duan Baiyue dijo: "Está bien si no la llevas."

Chu Yuan se retiró la mano y dijo: "Bueno, vuelve al mar del Este."

"¿Simplemente enviándome lejos eh?" Duan Baiyue apoyó el mentón en la rodilla de Chu Yuan y se puso en cuclillas en el suelo.

Chu Yuan dijo: "En el futuro, sin mi consentimiento, no se te permitirá salir del Mar del Este ni medio paso."

"Lo primero es lo primero, aunque estés enfadado, sólo puede ser porque perdí el anillo del Dragón Púrpura y encontré uno falso para engañarte." Duan Baiyue dijo: "No puedes enfadarte por otra cosa."

Chu Yuan se levantó y ni siquiera lo miró: "¡Sixi!"

Duan Baiyue: "......"

"Su Majestad." El Eunuco Sixi entró apresuradamente.

"Despide al invitado." Chu Yuan se dio la vuelta y entró en la habitación interior.

El eunuco Sixi miró al Rey del Suroeste y preguntó: "¿Su Alteza Real Duan?"

Duan Baiyue tenía dolor de cabeza y, después de salir, susurró: "Por favor, ayúdame a ver más. Si todavía el Emperador está enojado, dímelo."

"No se preocupe, Su Alteza", prometió el eunuco Sixi con una sonrisa, pero en su corazón, se preguntaba cuándo el Emperador alguna vez había estado realmente enojado con el Rey del Suroeste. A lo sumo, es sólo un poco de mal genio e incomodidad durante unos días. Una vez que tienes un amor, todo lo perdonas.

La guerra en el Mar del Este está a punto de comenzar, incluso si Duan Baiyue quiere averiguar lo que pasó con el anillo del Dragón Púrpura, así que sólo pudo regresar primero a la ciudad de Muyang, con su corazón sintiéndose agraviado.

Más tarde, Chu Yuan ordenó a Shen Qianfan que llevara a su residencia a Li Que.

"Saludos a Su Majestad." Li Que saludó, inclinando ligeramente la cabeza.