~• El Mafioso Y El Stripper ~•

Capítulo 3

- ¿Cómo te fue anoche?. - Pregunto JugKook durante el desayuno.

Yibo sonrió mientras negaba con la cabeza.

-—- ¿Qué pasó? ¿Eh? -—- Sonrió también esperando respuesta de Yibo. -—- ¿Si estuvo bien el baile?

Yibo pareció recordar lo de el baile quedándose en silencio. -—- Él...él hizo su baile con el desnudo completo, movió su trasero para mí, buen culo por cierto. -—- Agrego. -—- Me la paro y dijo que no podía tocarlo.

JungKook trato en verdad trato de no soltar una carcajada frente a Yibo, pues él conocía las reglas personales de Sean, y sabía que ese chico le encantaría a Yibo por eso lo llevo ahí, mintió diciendo que solo fue una vez cuando en realidad iba casi todas las noches a ver a su novio el mesero Min YoonGi.

-—- ¿En serio? -—- Se burló.

-—- Si -—- Llevo un poco de su desayuno a la boca masticando con paciencia. -—- Le ofrecí el dinero que quisiera por una noche, si me lo quiero follar -—- hablo para ambos.

-—- ¿Y?

-—- Dijo que no hacía trabajos de prostitución. Pero ¿Sabes que?, Eso sólo me calentó más. - Limpio su boca con una servilleta. -—- Quiero que me reserves otro privado para esta noche. - Ordenó.

-—- No iremos al velorio de el esposo y el Hijo de Sasha. -—- Pregunto desconcertado.

-—- Claro que iremos, pero solo a darle el pésame. -—- Sonrió. - Solo 10 chicos y tú.

Yibo tenía tanta confianza en JungKook que iba a atreverse a ir al velorio de dos personas que el mismo ordenó asesinar, el hijo y el esposo de otra mafiosa.

-—- Solo estoy cansado YoonGi no pasa nada más. -—- Volvió a insistir el pelinegro mientras practicaba en el club que estaba vacío a excepción de algunos meseros y personal de limpieza.

-—- ¿Irás a tu otro trabajo así? - Interrogó sin poder creerlo.

-—- Tengo que hacerlo y lo sabes. -—- Balanceo su peso en el tubo.

-—- Bueno, no hay nada que discutir sé cómo eres. -—- Siguió barriendo abajo del escenario. - Por cierto mi novio me llamo hace rato y el señor Wang vendrá de nuevo por ti. - Hablo, Zhan al escuchar el nombre dejo de practicar de inmediato.

Eso no podía ser el hombre que se lo comió con la mirada regresaría.¿Por él?

-—- ¿ De qué hablas? -—- Se sentó en el escenario y rebuscó en su bolsón la botella con agua.

-—- Kookie me llamo y me dijo que haga una reservación para un baile privado contigo esta noche a nombre de Wang Yibo. - Explicó el chico de piel blanca.

-—- Bueno es como cualquier cliente solo debo bailar y ya. - Hablo con total normalidad, tomo su maletín y bajo por completo de el escenario.

-—- Debo irme ya Yoon se me hace tarde para ir a trabajar.- Dió un abrazo al más bajo y salió de aquel club, con cierto aire de alegría, volvería a ver aquellos ojos oscuros.

Era tarde ya Yibo tuvo que viajar desde muy temprano para poder ir al velorio.

Si Wang Yibo era un descarado, claro solo lo conocían entre mafiosos ya que ante la sociedad solo era un empresario más.

Se iba a burlar de una viuda.

El salón estaba en silencio solo sollozos por parte de la viuda y algunos cuantos más presentes se escuchaba.

Los hombres de Yibo entraron y se esparcieron por el lugar - por cualquier reacción de la señora Sasha - Luego entro con una falsa tristeza acompañado de JungKook, Wang traía en sus manos un arreglo floral con su dedicatoria.

Camino con lentitud hasta la viuda quien ya había sido informada de la presencia de Yibo gracias a sus propios hombres.

-—- Lady Sasha. -—- Puso su mano en el hombro de la mujer que lloraba desconsoladamente.

-—- Maldito seas Wang Yibo. -—- Susurro Sasha, la conversación era audible para 3 personas únicamente JungKook, Yibo y la viuda.

-—- Lamento mucho su perdida. - Una sonrisa burlona le regaló a aquella mujer. -—- Mi más sentido pésame, su esposo era un buen hombre y ni hablar de su hijo. -—- Hablo hipócritamente mientras JungKook colocaba el arreglo floral entre las dos cajas.

Extendió sus brazos para un abrazo de consuelo. -—- S-sabes que algún día... -—- Exhaló fuerte en el pecho de Yibo mientras correspondía al abrazo como si fuesen amigos, como si no hubiera Sido Yibo quien ordenó que los asesinaran. -—- Sabes que me vengaré y pagaras caro ¿Cierto?.

-—- Adelante lady. -—- Susurro en el oído de la mujer todo debía ir normal la señora tampoco quería delatarse. -—- No tengo absolutamente nada que perder. Es lo importante al entrar a este negocio, no tener nada que perder recuerdelo. -—- Se separó de el abrazo. -—- Eso es lo que pasa cuando rompe su palabra lady Sasha. Malditamente odio cuando una zorra juega conmigo, y lo peor yo jamás rompo mi palabra. -—- Tomo la mano de la viuda y le dió un suave beso en ella. -—- Debo irme, de nuevo mis condolencias.

-—- Hasta luego Yibo.

-—- Kookie vámonos. -—- Salió de ese lugar con una sonrisa y satisfacción enorme.

Si, seguramente Sasha intentará matarlo pero no le importaba mucho, no cuando alguien se había burlado de él. Además eso quedaría de lección para cualquier otro entre la mafia que planeara jugar con Wang Yibo.

La noche de Zhan había estado tranquila, tranquila a su modo pues ya estaba acostumbrado a que los clientes abajo del escenario tratarán de tocarlo e incluso lo hicieran cuando ponían dinero en su ropa. O escuchar aquellos alagos no tan sanos, así como también escuchar en que posición a que profundidad y a que ritmo se lo quisieran follar.

Su show al público acabo y no vio a el hombre del día anterior, no es como si le importará demasiado pero despertó cierta tensión en él.

Y también fue un poco decepcionante que había acabado dos privados y no apareciera.

Estaba listo para ponerse su ropa, su ropa cotidiana y tal vez irse a casa.

Pero la puerta fue abierta. Volteo a ver y era él, el hombre de ojos oscuros.

-—- Soy Yibo, mandé a pagar un privado desde esta mañana, tarde un poco pero aqui estoy ya. -—- Hablo esa ronca voz que hizo estremecer a Zhan, él sonrió coqueto mirando como el hombre servía bebida y como se despojo de su saco y corbata.

-—- ¿De que le gustaría que me vistiera señor Wang? - Tanteaba los "disfraces" -—- ¿De policía...o talvez de ladrón?

-—- Baila así como estas...Desnudo. -—- Dió un trago a su bebida sin perder la mirada de el cuerpo contrario. -—- Haz lo tuyo, caliéntame.