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Mis oídos pitan, mi vista es borrosa y mi cabeza duele como si la aplastaran 100 elefantes.

Alguien grita.

Entrecierro los ojos y trato de agudizar mi oído, me duele, el pitido retumba en mis tímpanos, distingo una voz.

Alguien grita mi nombre.

De momento siento un cálido cuerpo sostener el mío.

Tengo frío.

Mi cuerpo tiembla, estoy empapada.

Me dejo llevar por esa cálida sensación, la reconozco, me siento en casa, segura.

Sin pensarlo me aferro a esa persona con las fuerzas que me quedan, tratando de sentir más su calor.

Dejo de sentir mis extremidades, pierdo mucha sangre, y mi cuerpo se enfría rápidamente, siento que mi cabeza me deja, siento como mi aliento se escapa, siento como mi vida se apaga.

No tengo miedo.

No siento nada.

Solo siento el calor de ese cuerpo que me carga con cuidado, con amor, como si fuera la cosa más frágil del mundo.

Aceptaría mi principio, si tú fueras mi final [Stein]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora