Aceptaría mi principio, si tú fueras mi final [Stein]

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[Reader Pov]

Estábamos sentados en la mesa, yo estaba al lado de Kaia y enfrente de Heist, comíamos tranquilamente, no había conversación en la mesa. La primera mitad del plato había estado bien, pero ahora era consciente de que estaba comiendo y me costaba tragar sin vomitar, pero lo disimulaba.

— Y ¿Por qué te has mudado con tus tíos? ¿No vives con tus padres? —preguntó Kaia.

Me quedé quieta, no quería decir la verdad para nada, no quería que la gente me viera con pena por la muerte de mis padres.

— No, ellos viven en España, pero trabajan mucho y casi no tienen tiempo, así que mis tíos se ofrecieron —respondí, jugando con la comida del plato, moviéndola de un lado para el otro con el tenedor.

— Pero, ¿No tienes familia en España o más cerca? No me quejo, me alegro de que estés aquí pero, ¿No te habrían mandado a un sitio más cercano?

Miré a Kaia y recordé lo duro que había sido el juicio para la custodia de mis hermanos. Tuve que hacer mucho papeleo para impedir que pudieran separarlos, no iba a permitir que mis hermanos se criaran separados, perder a nuestros padres ya había sido lo suficientemente traumático, sobre todo para mí, y no quería perder lo que me quedaba.
La familia de mi madre había ganado la custodia por su economía, así que mis hermanos se mudaron a Wilson con mis abuelos, los de la casa de al lado de mis tíos. No me parecía el mejor pueblo del mundo para que crecieran, pero no tenía opciones, y aunque la familia de mi padre me dijo que me quedara en España, decidí mudarme porque no iba a dejar a mis hermanos solos.

— Es complicado, la custodia de mis hermanos pequeños es decidida legalmente porque aún no pueden decidir, la ganó la familia de mi madre, así que se mudaron aquí, y yo no me voy a separar de mis hermanos así que decidí venir.

Kaia asintió sonriendo.

— Y, ¿Tenías muchas amigas en España? —dejó la pregunta en el aire.

— Bueno, tenía mi grupo de amigas, ese grupo que parece que viva en tu casa y que toda tu familia conoce, ese —sonreí un poco, recordando las tardes que pasábamos juntas, solíamos ir de casa en casa, pero sobre todo íbamos a la mía porque yo tenía que cuidar de mis hermanos, y además era más grande.

La sonrisa de Kaia tembló un poco, amenazando por un momento con desaparecer, pero se recompuso e hizo otra pregunta.

— Que bien, ¿Qué hacíais para divertiros?

— Pues, depende, cuando salíamos pues paseábamos y hablábamos, y cuando íbamos a las casas veíamos películas, jugábamos a verdad o reto y esas cosas que hace la gente, ah, y a veces hacíamos cosas de brujería, como si fuera un juego, no creemos en esas cosas, pero nos lo pasábamos bien leyendo el tarot de las demás.

Eso llamó la atención de todos en la mesa, que me miraron, escuchando.

— ¿Tarot? Menuda tontería —dijo Heist.

— Lo sé, solo son sujestiones y coincidencias, no creo en esas cosas, pero cuando nos enteramos de que una de mis abuelas era una bruja famosa y muy buena en lo que hacía mis amigas decidieron que tenía que probar a hacer lo mismo que ella —reí un poco— En verdad era divertido, y según mis amigas tenía un don para eso porque casi siempre acertaba en lo concreto, y cuando no acertaba estaba cerca y acertaba en lo general, pero eso son sujestiones y coincidencias que relacionas como un puzzle y te hacen creer que tienes poderes o algo así, al final es psicológico, ya sabes, como cuando se utilizaba el azúcar de medicina y la gente se curaba, el azúcar no hacía nada, era la mente, es maravilloso ¿No? La mente es muy interesante.