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[Reader Pov]

Cuando llegué a mi casa subí las escaleras hasta mi habitación, agarrando el móvil y el papelito con el número de Mayne para llamarlo. Marqué su número en mi móvil y respiré hondo, presionando el botón para realizar la llamada, provocando que el tono comenzara a sonar para poco después escuchar una voz.

— ¿Aló?

— Sí, em, soy yo, ¿Estás en vuestra casa? Ha pasado algo...

— Sí, ven y me cuentas qué ha pasado.

Mayne colgó la llamada y yo bajé, agarrando las llaves y saliendo de casa, llevaba las llaves colgadas del dedo indice de la mano en la que me había dislocado el dedo, y el móvil junto con el vaso envuelto en la venda en la otra.
Nada más llegar al porche, Mayne me abrió la puerta, dejándome pasar, cosa que hice con la mano mala detrás de la espalda. Fuimos a su despacho y cerró la puerta cuando entré, sentándose en una silla grande tras el escritorio e invitándome a sentarme en las sillas frente a este y comenzar a explicarle.

— Pues esta mañana me han llevado a una "purificación" —hice comillas con mis dedos— y bueno, el "conducto del Altísimo" —volví a utilizar los dedos para hacer comillas— casi abusa de mí, y además me golpeó, y trataron de drogarme, por eso he traído el vaso sin tocar y la pastilla.

Saqué una pastilla de mi pantalón.

— Y bueno, además, me esposó y para poder quitarme uno de los brazaletes he tenido que, bueno, esto...

Saqué la mano de detrás de mi espalda, enseñándole el dedo dislocado, y él se incorporó en la silla, echándose hacia delante y pidiendo mi mano, la cual le di.

— Esto va a doler.

Dijo, y sin más, agarró mi dedo y lo recolocó, produciéndome otro dolor agudo, haciendo que mordiera mi labio por dentro para aguantar un quejido.

— Supongo que eso también te lo enseño tu padre, cómo sacarte unas esposas.

Asentí, él no parecía sorprendido de lo que había pasado, su cara no mostraba ninguna emoción.

— ¿Ha dejado marcas?

Asentí y bajé la cremallera del vestido con cuidado, dejándole ver mi espalda, llena de marcas y cortes sangrantes por los golpes. Lo vi sacar una cámara y se acercó a mí, enfocando mi espalda lastimada.

— Para tener evidencia.

Asentí, entendiendo a que se refería y me quedé quieta, después de hacerme las fotos dejó la cámara en la mesa y se acercó hasta un botiquín. Cuando volvió a acercarse a mí retiré mi cabello de esa zona, dejándola libre para que pudiera curarla.

— No suelo hacer esto, pero eres amiga de mis hijos, así que lo haré por ellos y también porque estás cumpliendo la promesa, además, ya que estás aquí te haré la sesión ahora.

Mis heridas dolían mientras las curaba, pero eso no me hizo producir ningún quejido, simplemente me mantuve quieta y asentí.
Cuando terminó de curarme guardó todas las cosas que había utilizado en el botiquín y se sentó en su silla de escritorio mientras me hacía una seña para que yo me sentara en una de las dos sillas que habían justo enfrente. Sacó una libreta y un bolígrafo y me miró.

— ¿Cuál es tu nombre completo?

— ______ Miller.

Vi cómo escribía en su libreta.

— Muy bien, ¿Cómo ha ido tu día por ahora? ¿Cómo te sientes?

— Pues, por la mañana en vuestra casa bien, pero en cuanto he salido de la ducha en mi casa todo ha empezado a ir a peor.

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⏰ Última actualización: Jan 15 ⏰

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Aceptaría mi principio, si tú fueras mi final [Stein]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora