NO FRIEND - GYUBOO

CAPÍTULO 9

Para el siguiente lunes Seungkwan entró en la casa de Seungcheol todavía sin menos energías que la semana anterior. Y ahora no tenía más pretextos que el simple hecho que su mente no descansaba por darle vueltas a las cosas.

Para su desgracia Mingyu no se había marchado todavía. Y nadie, ni siquiera Seungcheol sabía su propósito para permanecer en Seúl, al menos eso era lo que él decía, pero Seungkwan presentía que algo le ocultaba. Cuando de casualidad salió el tema entre ambos, Seungcheol dudó un instante antes de decirle que Mingyu tal vez estaba ahí para tomar un descanso y tal vez tomar algunas fotos. 

Ese día en particular tenían que viajar a Incheon, Seungcheol tenía una reunión importante con Moon Junhui ahí. Le había mandado un mensaje el día de ayer diciéndole que Mingyu los acompañaría porque el hombre quería tomar unas fotografías.  

Desde el día de su “cita” no habían hablado, se habían encontrado en dos ocasiones y simplemente Mingyu se limitaba a mirarlo, sonreírle, guiñarle un ojo, pero no a hablarle, ¿tal vez sería porque en ambas ocasiones Seungcheol estuvo presente? el viernes había recibido una rosa blanca por la mañana en la oficina. Sin ninguna nota o remitente, pero sabía de parte de quién era, las chicas en la oficina se habían vuelto locas preguntando si tenía una admiradora secreta o algo así. 

Aguantó las ganas de reír…. Si supieran la verdad.  

Seungcheol también había visto el obsequio, se había limitado a enarcar una ceja y preguntarle si conocía a la chica. El día de ayer, había recibido en su casa una caja envuelta finamente, la cual contenía una hermosa corbata de seda de la mejor calidad color azul cobalto con líneas blanco. Era hermosa, muy fina y muy cara. Ni siquiera tenía un traje lo suficientemente adecuado que combinara con algo tan fino. No podía aceptarla. 

—Buenos días Seungkwan— 

—Hola señora Lee, buen día— saludó Seungkwan caminando a la barra del desayuno por su café, le extrañó que la señora Lee no lo mirara a los ojos —¿Qué ocurre? — ella le dirigió una sonrisa.  

—Nada— pero no le creyó ni por un minuto, entonces se dio cuenta de las dos perchas sobre la encimera. Una era un vestido de mujer color rojo, y al otro lado una camisa de hombre color verde, podía ver los pantalones oscuros sobre salir por debajo de percha. 

—¿Seungcheol tuvo un trío anoche? — pregunto a la señora Lee, no era nada nuevo, en tres ocasiones se habían visto en esa situación, aunque en dos de ellas, el tercer invitado nunca se quedó a pasar la noche, Moon Junhui no era de los que necesitaban ser corridos por la mañana. Ese hombre era el único que podía rivalizar con el carácter de Seungcheol. El otro tipo fue un italiano del que nunca volvió a saber.  

—No exactamente— dijo la señora Lee, Seungkwan la miró a los ojos y obtuvo su respuesta.

Mingyu. ¡Mierda!

Seungkwan sonrió a la mujer.  

—No se preocupe, no me voy a espantar porque el amigo de Seungcheol sea gay— la señora Lee le sonrió.

—No estoy preocupada por él cariño— tranquilizó la empleada, ¿Qué estaba pensando la señora Lee? ¿acaso creía que de verdad le gustaba a Mingyu? Ella tenía la impresión equivocada. Si Seungkwan le preguntaba a ella en ocasiones por él no era porque le gustara, sino porque le tranquilizaba saber dónde encontrar al enemigo. —Yo llevaré la ropa…— 

—No— dijo Seungkwan dejando su café y sacando la caja de regalo de su maletín —Yo me encargo— tomó ambas perchas y camino por el pasillo. Sin temor aparente llamó con los nudillos a la puerta de Mingyu, esperaba que, al verse descubierto, el hombre dejara esta tontería de que estaba enamorado de él.