NO FRIEND - GYUBOO

CAPÍTULO 19

Seungcheol entró en el bar del hotel, fue fácil averiguar dónde se había ido Mingyu, le asombraba que no hubiera salido del país, pero eso le daba esperanzas de que podía solucionar las cosas, la había cagado a lo grande, Seungkwan estaba sufriendo y no era más que responsabilidad de Seungcheol.

Mingyu no lo miró mientras tomaba asiento a un lado de él, pero Seungcheol supo que se dio cuenta de su presencia al verlo apretar los puños sobre la barra.

-Disculpa- susurró Seungcheol -Se que una disculpa no será suficiente, pero, amigo...

-¿Pero...? - preguntó Mingyu con voz seria.

-Déjalo tranquilo- el cantinero le arrimó una cerveza a Seungcheol, pero él no bebió, necesitaba estar sobrio para esto -Destruye mi empresa si quieres, te haré frente en esta batalla, pero a Seungkwan... él no merece esto.

-¿Y si no lo hago?

-Voy a protegerlo- dijo con convicción, Mingyu se levantó molesto -Tengo que hacerlo, esto fue mi culpa- Seungcheol no permitirá que Seungkwan recibiera más daño, no merecía estar en fuego cruzado entre Mingyu y él.

-Prepárate para lo que sigue- sentencio Mingyu dándole la espalda.

🍀

Seungkwan entró en el hotel, necesitaba hablar con Mingyu, no contestaba sus llamadas y sus mensajes, en un principio decidió dejar las cosas como estaban y darle tiempo al tiempo, pero ya había pasado por esto.

Con Seungcheol no había resultado bien, y no quería correr el mismo riesgo con Mingyu, además por lo que sabía, nada ataba a Mingyu a la ciudad, bien podría salir de Seúl en cualquier vuelo.

Se acercó al vestíbulo para preguntar por la habitación de Kim Mingyu, pero no fue necesario, una voz dura a su espalda llamó su atención.

-¿Qué haces aquí? - preguntó Mingyu, -¿No te quedo claro que no quiero verte?

-Dime la verdad- Seungkwan trataba de tragar el nudo en la garganta -Crees que después de lo que vivimos ¿Yo simplemente me arrojaría a brazos de otro hombre?

-Eso no lo sé, él ni siquiera sabe toda la verdad ¿Por qué debería de confiar en tu palabra? - en la mirada de Mingyu no lograba distinguir nada, solo vacío. Él estaba siendo tan frío -Quieres escuchar que regresaré contigo- Mingyu rio -Solo me utilizaste.

-¿Por qué estás haciendo esto?

-Ahora se me cayó la venda de los ojos, puedo ver las cosas con claridad, no me engañarás de nuevo, admito que fuiste un buen actor.

-¡Yo no mentía!- a Seungkwan le picaban los ojos por las lágrimas contenidas.

-No importa ya- interrumpió Mingyu -Por mi puedes irte a revolcar con Seungcheol, Jeonghan y Eunwoo al mismo tiempo, para lo que me importa, juega con ellos también- Seungkwan apretó las manos en puños -Sería una interesante venganza ¿no crees? Los cuatro jinetes del Apocalipsis destripándose los unos a los otros por el amor de un hombre- Mingyu rio.

-Entiendo- dijo con voz entre cortada -Así que lo nuestro fue...

-Una pesadilla que quiero olvidar- Las palabras de Mingyu atravesaron su corazón como ninguna otra cosa.

¡Dios! Estaba tan cansado, sentía como si hubiera peleado contra las olas durante horas, no podía más.

¿Valía la pena?

Las personas pasaban a su lado y los miraban curiosos, casi se había olvidado donde estaban, ese era el problema, que muy seguido olvidaba quién era y de dónde venia. La felicidad no se hizo para él.

Una solitaria lágrima bajo por su mejilla y Seungkwan la limpió con el dorso de la mano. Sonrió amargamente.

-Te has vuelto muy cruel- dijo sin aliento, no podía ni hablar - Sé que realmente no piensas eso. Tú no eras así.

-No- dijo Mingyu seriamente -Siempre he sido así, solo que traté de ser diferente contigo, pero ya no más- ¡cielos! Él no podía más con esto, intento llevar aire a sus pulmones y trataba de controlar el temblor de su cuerpo.

-Está bien, me voy- anunció con voz temblorosa, quería correr, odiar a Mingyu, maldecirlo, pero no podía a pesar que esta era la despedida. Podía intentar odiarlo, pero jamás lo lograría, fuera como fuese, no le deseaba ningún mal - Cuídate mucho.

-No te preocupes por mi- dijo Mingyu sin mirarlo, caminó hacia los ascensores, un hombre lo esperaba ahí, le sonrió cuando Mingyu se acercó, Seungkwan tenía que irse, apartar la vista, pero no podía, a su alrededor pasaban personas, pero Seungkwan solo podía escuchar los fragmentos de su corazón caer como vidrios rotos en una habitación vacía.

Cuando Mingyu se inclinó hacia el hombre, supo lo que sucedería... él iba a....

-Hay que irnos- Seungcheol le obstruyó la vista. Ni siquiera se había dado cuenta que él había estado ahí. Aún así, el daño estaba hecho. Lágrimas picaron sus ojos, pero él no lloraría. Dejó que Seungcheol lo rodeara por los hombros y lo alejara de ahí.