NO FRIEND - GYUBOO

CAPÍTULO 10

Y como si no fuera suficiente, después de regresar de un almuerzo un poco…. intenso, llegó a la oficina para enterarse que la más ni menos Janeth Jeon estaba en la ciudad y no solo eso. Seungcheol les informó que esa noche irían a cenar.

Apenas habían salido del ascensor cuando Seungcheol los interceptó e ignorando el hecho de que Seungkwan trataba de alejar a un Mingyu empalagoso unos centímetros, les informó que esa noche tenían una cena programada, y ninguno de los dos podía decir que no.              

Seungkwan tenía un mal presentimiento sobre esta maldita cena, jamás le había gustado Janeth Jeon, y el desagrado era mutuo, esa mujer lo odiaba. La relación de esa mujer con Seungcheol era rara. Janeth era la mujer más frecuente en la vida de Seungcheol, muchos años atrás supo que se habían acostado, y como siempre Seungcheol la votó, pero ella era una ingeniera muy respetada en Seúl y Nueva York, así que continuaban viéndose por cuestiones de trabajo, y en ocasiones… volvían a acostarse.

Pero Seungcheol era Seungcheol, y él no estaba muy interesado en nada formal. He ahí donde no comprendía la obsesión de Janeth por Seungcheol ¿de verdad eso era amor?

Además, sabía que la mujer no era una santa tampoco, andaba con todos y con nadie a la vez, era la versión masculina de Choi Seungcheol. Y ella odiaba a Seungkwan, jamás había intentado ocultar su desagrado por él puesto que Seungkwan era la persona de confianza de Seungcheol. Ella tenía un sexto sentido y en una ocasión que tuvieron un encuentro ella lo había acusado de estar enamorado de su jefe.

Por supuesto Seungkwan ya tenía práctica en controlar sus emociones al respecto e ignoró a la dama. Tenían más de dos meses que no se veían, porque ella había estado en Italia, y que al regresar hubiera invitado a Seungcheol a cenar y le pidiera que llevara a Seungkwan no le daba buena espina. Lo más normal sería que ahorita ella y Seungcheol estuvieran como conejos en una habitación de hotel. No cenando como personas civilizadas.

—Pareces asustado— comentó Mingyu tras de él. Inconscientemente se había detenido cerca de la entrada, desde ahí se podía apreciar la mesa al final de la habitación donde Janeth estaba saludando a Seungcheol con un beso en la boca.

—¿Has visto esas hienas que salen en los documentales sobre naturaleza? — preguntó sin mirar a Mingyu. En cambio, fingió una sonrisa cuando Janeth con su perfecta sonrisa e inmaculado peinado miró en su dirección y los saludó con la mano.

—He visto hienas en vivo y a todo color, recuerda que soy fotógrafo ¿Por qué lo preguntas?

—Estás a punto de enfrentarte con la líder de todas ellas— Mingyu rio ante su comentario, pero aun así él lo empujó hacia la mesa. Le agradecía, dudaba mucho que hubiera podido caminar hacia allí por propia voluntad. 

—Seungkwan querido, cuánto tiempo sin verte— la hiena se aproximó hacia él para saludarlo con dos besos en la mejilla. ¡oh mierda! Ahora definitivamente estaba seguro que algo planeaba. Seungcheol presentó a Mingyu y todos tomaron asiento. Mingyu se sentó delante de él y a un lado de Janeth, por lo tanto, Seungcheol estaba delante de Janeth y a un lado de Seungkwan. 

—Yo invitaré hoy, tengo ganas de emborracharme, ¿beberás conmigo Seungkwan? Seungcheol ya me ha dicho que él tiene trabajo que hacer mañana— dijo Janeth, a Seungkwan le dio escalofríos por la mirada que le dio. 

—Yo trabajo para él, por lo tanto, también tengo trabajo— contestó con calma, mientras les servían las copas de vino.

—Siempre tan eficiente Seungkwan— ella sonrió, estiró su mano y tocó la mano de Seungcheol —¿Qué harías sin este hombre Seungcheol? — Seungcheol rio, se apartó del toque de Janeth y pasó un brazo sobre los hombros de Seungkwan. Se tensó. ¡Mierda! Esto no iba bien. Su corazón se aceleró ¿Qué pretendía Janeth?