𝘊𝘶𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘣𝘢𝘪𝘭𝘢𝘴 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘦𝘴 𝘥𝘪𝘴𝘧𝘳𝘶𝘵𝘢𝘳 𝘦𝘭 𝘭𝘶𝘫𝘰 𝘥𝘦 𝘴𝘦𝘳 𝘵𝘶 𝘮𝘪𝘴𝘮𝘰. ( P𝘢𝘶𝘭𝘰 𝘤𝘰𝘦𝘭𝘩𝘰)
...Como lograra la pasión del baile volver a cautivar a dos corazones y llevarlos a volar hacia ese lugar donde solo ellos...
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🐶 HyunJoong 🐶
El dolor de su espalda estaba siendo una de las peores que había sentido Hyun.
El sillón claro que le era cómodo, y no hubiera tenido ningun problema al día siguiente luego de dormirse en aquel lugar, pero lastimosamente fue el piso quien velo sus sueños.
¿En que momento había caído? No cabía ninguna duda de que dormía como un muerto, pues el caerse del sillón y no percatarse de lo sucedido, definitivamente le decía que tenía un sueño demasiado pesado. Ahora entendía el porque le costaba escuchar las alarmas.
Ya sentado una vez más en el sillón, cogio su móvil, que al parecer había tenido mejor suerte que la suya, pues continuaba muy cómodo entre los cojines. Tuvo la esperanza de encontrar por lo menos un solo mensaje, pero todo le indicaba que Saeng no habia tenido el minimo interés de responderle. Una bandeja vacía, fue lo que le dio la total razón.
—Solo espero que estés bien —Hyun terminó diciendo, una vez que empezó a caminar hacia su habitación.
«¿Quien le gustará?», se preguntó derrepente Hyun, y automáticamente volvió a sonreír, tras recordar la conversación que tuvo con Saeng, y una gran posibilidad de ser quien Saeng anhelaba besar.
Hubiera querido ir un poco más temprano a la academia, pero tuvo que tomarse algunas pastillas para aliviar el dolor con el que había amanecido, y utilizar una compresa fría, la cual la envolvió en una toalla fina, para colocarselo en la parte baja de la espalda, lugar donde se le había formado un pequeño moretón de un color rojizo, al que luego aplicó también un poco de pomada, y terminé desapareciendo un poco más rapido ese golpe. Que no tenía la menor idea de como le sucedió.
—Como carajos me habré caído —resopló Hyun.
Habiendo terminado todo eso, y un tanto mejor descansado, decidió salir hacia la academia.
No le agradaba del todo manejar, pero no tenía de otra, y es que como andaba de vacaciones, tuvo la grandiosa idea de mandar también a su chofer a unos dias de descanso, y lastimosamente no pudo conseguir un reemplazo durante esos días, y Min, quien se ocupaba de esos detalles precisamente, había viajado a París a ver que tal iban los temas por ahí. Asi que no le quedó de otra, que manejar por la atormentada ciudad el día de hoy, para llegar a tiempo a la academia.
Quería tener la suerte de ver aquel hombre de hipnotizante ojos azules. Al que esperaba no haya tenido problemas por el alcohol consumido, y que Jason no lo haya tocado.
Expulsó una bocanada de aire, queriendo calmarse y no pensar en aquellas cosas.
Al aparcar y descender del auto, saludó con un "Buenos días" a los dos caballeros de seguridad que circulaban por el aparcamiento, y que se dirigían a él con mucho respeto. De igual manera paso al lado de algunas mujeres que se encargaban del área de limpieza, a quienes también saludó, incluyendo a la dueña de los mejores cafés llegados a preparar, la señorita Amy, quien era la encargada de la cafetería.