CAPÍTULO 36

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🦦 Young Saeng 🦦

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🦦 Young Saeng 🦦

Una llamada lo saco de su tranquilo descanso. Había conseguido dormirse muy tarde, pero agradecido de que aquellas pesadillas no lo hayan atormentado anoche.

Tenía demasiadas cosas metidas en la cabeza esta vez. Como el culpable del accidente de sus padres, y el no poder enfrentarlo para pedirle toda las respuestas que necesitaba, además la inesperada muerte de quienes creía eran sus amigas, y que apesar de todo, algo dentro suyo era incapaz de creer que fuera verdad. También estaba el pensar que alguien podría estar traicionandolo, y escuchando sus conversaciones para delatarlo, eso lo ponía inquieto y mucho más alerta, pero sobre todo, lo que le rondaba seguidamente la cabeza, era el desagradable encuentro con la arpía de Yu Jin.

La sorpresa que se llevó al momento que la vio, de lo más feliz y pronunciando su nombre como si hayan sido los mejores amigos, le molesto de una manera asfixiante, que término retirándose del lugar. Quizas un poco maleducado de su parte al no despedirse de ninguno quien estuvo presente, pero no deseaba fingir una sonrisa, y saludar a esa específica persona, como si no la odiará. Cuando a simple vista era todo lo contrario, y quería destruirla por completo.

Pero lo que más lo tenia desequilibrado y lleno de dudas, fue aquel inesperado beso. Lo supo, fue tan tonto y debil, en permitir que Hyun lo besará, que destrullera sus barreras que había formado durante tantos años, y que justo en ese momento estaban haciéndose trizas.

Hyun tuvo demasiada ventaja, al encontrarlo en sus mas bajas defenzas. Aunque sería más tonto el negarse que no le había gustado.

«!Diablos, te odio tanto Hyun Joong!»

Por supuesto que disfrutó de ese profundo y dulce beso que recibió del hombre, a quien por cierto debia solo fingir quererlo.

Su vida estaba hecho un caos total.

Que más podía pasarle ahora.

El sonido de su móvil volvió sonar, esta vez interrumpiendo hasta sus pensamientos. Iba a mandar a volar a quien lo llamará, pero "su abogado" no era alguien que le llamará tan seguido. Un buen punto para no terminar cortando.

—Dígame abogado, buen día.

—Buen día JovenbHeo, disculpe usted mi llamada a estas tempranas horas de la mañana, pero devo informarle una reciente noticia que obtuve, y que se que deseará escuchar —la voz anciana y firme del señor Song, consiguió tomar toda su atención.

—Que averiguó abogado Song, soy todo oidos.

Escuchó el ruido de unas hojas atras vez del aparato. Pero no estaba tan seguro si en realidad, eso era lo que escuchaba.

AL RITMO DE LA SEDUCCIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora