CAPÍTULO 31

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🐶 Hyun Joong 🐶

Sus pies otra vez lo habían llevado hacia Saeng. No le era suficiente mirarlo de lejos, y quedarse con esa imagen hasta el próximo momento en que vuelvan a coincidir. Sinceramente tenia la esperanza de poderlo ver bailando otra vez y vaya que si lo habia tenido y en el mejor momento.

Hyun volvió acariciar un poco y acomodar su desobediente miembro que empezaba a relucir bajo sus pantalones. Delatando así su erección.

Observarlo haciendo tantas acrobacias en la maldita barra, a la cual le empezaba a tenerle celos.

Saeng baila estupendamente bien, se movía en forma perfecta, comunicándose con solo los movimientos de su cuerpo. Hacia ver tan fácil conseguir volar de esa forma con el baile. Tenía una agilidad envidiable, elasticidad y fuerza a la vez. Como también una sensualidad que habia florecido mucho más desde la última vez que lo vio. En aquel salón de baile en el mismo lugar que asistía su hermana menor.

Hyun se había olvidado donde estaba cuando lo vio, que fue demasiado tarde cuando se dio cuenta de que sus pies habian caminado hacia Saeng. Sin opción alguna, tuvo que saludarlo. No se arrepentía, porque fue un gran recibimiento.

Detalló las curvas de Saeng, y no se prohibió en lo absoluto que su mirada escapará para apreciar el bien paradito y redondo trasero.

Vamos, Hyun sabía que podía resistirse a tantas cosas, pero si de deleitarse de la figura de Saeng se tratataba, eso le era total y francamente imposible.

Verlo apoyado en esa posición contra el escritorio, aquellas dos veces, por supuesto que su mente se iba a poner a imaginar de cosas. Unas bastante alejadas a la santa inocencia.

"Que era muy flexible" le habia dicho Saeng. Y fue ahí donde su erección quiso crecer más.

—Joder por que eres taaan... bueno —dijo en una voz algo ronca.

También recordó esos hermosos ojos azules. Y pudo ver algo de tristeza en ellos, cuando soltó su última frase.

Se dio golpecitos a la frente con el escritorio de la oficina, el lugar donde se había escapado para esconderse después de ser interrumpido por aquel profesor.

«¿Salir? ¿Cenar?», con la cabeza aun apoyada sobre la superficie del escritorio, Hyun pensó en la palabras que más le jodieron.

Su príncipe tenía todo el lamentablemente derecho de compartir su tiempo con quien mejor le guste. «Y no soy yo», pensó. El hombre no tenia que darle explicaciónes a medio mundo, «mucho menos a mi».

Suspiro sin ganas, llevando su cabeza hacia atrás, para apoyarlo en el respaldo de la silla.

Jason era un tipo que parecía muy agradable, no había intercambiado palabras con él, pero debia aceptar que aquel hombre que no era coreano, le era un tipo atractivo después de todo. Pero Hyun no lo admitiría en voz alta, ni aunque su vida dependiera de eso.

Y quizas esa sea esa una razón por la que más celos sentía. Saeng podía ver en Jason, como futuro candidato de novio, y eso lo ponía algo... inquietó.

Hyun no podía evitarlo sentir.

Como también el verse demasiado tonto al celar a alguien que no era nada suyo, y demasiado estúpido por tener las ganas de prohibirle que vea a otros hombres.

Y era un hecho que Saeng obtendría más pretendientes de los que sus manos podrían contar. Y tendría muchas mas citas de los que el mismo podría tener.

Pues Saeng brillaba, todo de él lo hacía, incluso con anteponer su sola presencia, ya iluminaba el espacio. Sólo bastaba con mirarlo, detallar la belleza física de su exterior, y la inocencia que transmitirá esos hermosos ojos de un azul intenso, para no poder sacartelo de la cabeza. Pero sobre todo, la personalidad pura y apasionada que estaba seguro que seguía teniendo Saeng, y sin duda ese sería lo que más le encantaría al hombre que consiga la atención de su príncipe.

AL RITMO DE LA SEDUCCIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora