VII

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Lunes, 12 de enero, 2015

«Quien ama, sufre; quien no ama, enferma»

Sin duda alguna, es una de las frases más absurdas que he leído... o eso creía.

Tal vez, no entendía esa frase porque no la había vivido aún... ¿Qué quiso decir el doctor Freud cuando pronuncio esas palabras? Ciertamente, aunque no lo entendía... estaba próximo a hacerlo. A fin de cuentas, nadie está exento de sufrir, nadie está exento al dolor...

«Abandona toda esperanza, si es que entras aquí»

Otra frase rotundamente profunda... Esta por parte de Dante Alighieri.

«..., si es que entras aquí». ¿Aquí? ¿Dónde es "aquí"? Esa pregunta ronda una y otra vez mi cabeza. Probablemente, si seguimos el ejemplo de lo dicho por Freud, ligado al argumento de Alighieri, desde un punto de vista bastante subjetivo, se podría deducir que... Si entras en el campo del amor, cualquier esperanza de salir ileso, ha de quedar en el olvido...

¿Conocen la tercera ley de Newton? Esta plantea que, toda acción genera una reacción de igual intensidad, pero en sentido opuesto.

Pensé que era una estupidez... De hecho, creí que no tenía sentido, hasta que me tocó vivirla.

«¡Otra vez a la rutina diaria!»

Es lo primero que pasa por mi mente cuando el despertador suena... ¡Sí! Las vacaciones de invierno han culminado...

―Qué alegría― Verbalizo irónicamente para mí mismo.

Me levanto muy de mala gana y, luego de tomar mi toalla, me dirijo hacia el baño.

Mientras tomo una ducha, rememoro cada una de las cosas que pasaron en estas vacaciones. Todo lo que Allison y yo hicimos durante estas.

Los pondré al tanto... Fuimos a un parque de diversiones, sin duda una de las mejores citas que he tenido con ella... Aclaro, me refiero a citas de amigos, ¿de acuerdo? No se confundan. Recuerdo la expresión tan divertida que tenía Allison en su rostro. Se encontraba bastante alegre, mientras yo, estaba totalmente lleno de miedo cuando estabas en la montaña rusa. Admito que, para mí, la mejor parte fue cuando nos subimos a la rueda de la fortuna...

¿Por qué? ¡Sencillo! Cuando la rueda alzó nuestros asientos hasta la parte más alta, pudimos observar el cielo estrellado, el cual, se veía sumamente hermoso... Aunque no tanto como ella.

Recuerdo también que, durante unos minutos, Allison apoyó su cabeza en mi hombro. Sin duda, me sentí súper emocionado en ese momento... Al igual que nervioso.

Otra cosa que hicimos fue ir a tomar café a Starbucks. Frecuentemente, salíamos a caminar; también, en múltiples ocasiones, veíamos películas... Por supuesto, las que nos gustaran a ambos. Asimismo, también hicimos muchas cosas más... las cuales me reservaré.

Luego de terminar de desayunar, me despido de mi mamá y me dirijo a la parada del bus escolar; allí me encontraré con Allison... O, al menos eso me dijo. ¿Quién entiende a las mujeres?

Mientras camino, saco mi teléfono y le envío un mensaje a Allison.

Yo: Buenos días, bella durmiente.

Río mientras pienso en la futura respuesta de Allison.

De: Allison: Eres un idiota, lo sabes, ¿verdad?

Yo: Sí, siempre me recuerdas que soy tu idiota favorito ;).

De: Allison: Claro, sigue soñando.

Yo: Sólo apresúrate, el autobús ya va a llegar.

De: Allison: Bien, ya voy.

Al llegar a la parada, no me queda de otra más que esperar a que Allison llegue. Una de las cosas más extrañas es que es experta en dormir mucho... La verdad, es algo ilógico.

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