VI

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Viernes, 19 de diciembre, 2014

Ya ha llegado el invierno. De a poco, se percibe como la nieve comienza a cubrir el pavimento; también, por supuesto, hoy es el último día de clases. ¡Mañana inician las vacaciones de invierno! Y lo mejor, es que he planificado mil y un cosas para hacer junto con Allison.

Me levanto apresuradamente de la cama para irme a dar una ducha. Al abrir la llave de la ducha, noto que el agua está totalmente fría; por lo tanto, decido encender la calefacción, para que así, al menos pueda entrar un poco en calor.

Luego de ducharme, voy a mi habitación, para vestirme rápidamente. Finalmente, como de costumbre, bajo al comedor. Mi madre aún está preparando el desayuno... Lo sé porque percibo el olor a panqueques mientras bajo por las escaleras.

—Buenos días, mamá —Digo, mientras dejo escapar un pequeño bostezo.

—Buenos días, Mathew—Pronuncia en respuesta.

—¿Papá ya se fue a trabajar? —Indago.

—Sí, se fue hace relativamente poco —Articula, mientras me sirve tres panqueques.

—Oh, rayos, me hubiese apresurado otro poco —Suelto en un bufido.

—Tal vez—dice mientras camina hacia mí—. Ten.

Acepto gustosamente los panqueques que me ofrece... Si algo me encanta demasiado son los panqueques que prepara mamá. Son extremadamente esponjosos.

—¿Están buenos? —Más que pregunta, parece una afirmación de parte de ella.

—Están buenísimos —Respondo, a lo cual ella me da una sonrisa de suficiencia.

—Sé que lo están —Dice de manera "humilde".

Sus palabras están bastante cubiertas de egocentrismo.

—Lo que digas, mamá —Digo sonriendo.

Cuando termino de desayunar, lavo el plato y el cubierto que utilicé. Una vez lo hago, furtivamente, me despido de mi mamá.

Salgo de mi casa, e instantáneamente, le mando un mensaje a Allison.

Yo: ¿Qué tal, bella durmiente?

De: Allison: No me digas así.

Sonrío ante su mensaje... en serio me gusta molestarla.

Yo: Te espero afuera de tu casa.

De: Allison: Bien, ya salgo.

Dos, o tal vez tres minutos pasan hasta que, finalmente, la puerta de la casa de Allison se abre, develando así a ésta.

—Buenos día, bella durmiente —Pronuncio, reprimiendo mis ganas de reír.

Allison me observa fijamente... Quisiera decir que es una mirada normal; pero no es así. Literalmente, si las miradas mataran, justo ahora ella me estuviese mutilando.

—Buenos días —Articula de manera cortante.

—O, vamos... no te molestes —Digo codeándola.

—No estoy molesta —Afirma... y, por como lo dice, sé que sí lo está.

—Te quiero mucho, mi bella durmiente —Gesticulo poniendo ojitos de perro.

Al decirle eso, su mirada cambia rápidamente de enojo a vergüenza. Y aunque intenta disimularlo, el rubor que se forma en sus mejillas la delata.

No dice nada, sólo sigue caminando, mientras me dedica varias miradas furtivas.

Finalmente, llegamos a la parada del autobús... transcurre un lapso de diez a quince minutos, antes de llegar el autobús. Al este llegar, se detiene justo frente a nosotros. Sin perder tiempo, Allison sube apenas se abren las puertas, y yo, subo después de ella.

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